Todos sabemos lo importante que es un buen sueño para nuestra salud, pero ¿alguna vez te has preguntado si tu forma de dormir está afectando tu espalda? El Dr. Thomas de la Fundación del Sueño Nacional de los Estados Unidos ha señalado que la calidad del sueño y la salud de nuestros músculos están intrínsecamente relacionadas, y un mal sueño puede llevar a problemas en la musculatura y un estado de ánimo negativo.
El dolor de espalda es una dolencia común en la sociedad actual y se ha convertido en la segunda causa más frecuente de bajas laborales, después de los traumatismos, según datos recopilados por BeyerFisio. Sorprendentemente, entre el 80% y el 90% de las personas experimentará dolor de espalda en algún momento de su vida.
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Entonces, ¿por qué experimentamos dolor de espalda principalmente al dormir? La respuesta está relacionada en gran medida con nuestros hábitos posturales inadecuados. Las malas posturas durante el día, el estrés y mantener una posición durante mucho tiempo son factores que contribuyen a este problema.
Las causas comunes del dolor de espalda al dormir incluyen:
1. Malas posturas durante el trabajo: Esta es una de las causas más habituales, afectando a quienes trabajan frente a computadoras o en pie. Los trapecios y los músculos espinales pueden resentirse durante el día, y esto se agrava al acostarse.
2. Colchones en mal estado: Un colchón que ha perdido su firmeza y muestra deformaciones puede provocar dolores mientras dormimos.
3. Hernias de disco o protrusiones: La presión sobre los discos vertebrales puede causar dolor punzante, que a menudo se manifiesta durante la noche.
4. Poco tono muscular y otras causas comunes como la escoliosis: Estos factores también pueden favorecer el dolor de espalda al dormir.
Entonces, ¿cómo puedes prevenir el dolor de espalda al dormir?
Consejos para dormir mejor
1. Mantén tus músculos y abdominales en forma: El ejercicio regular, como el Pilates, el yoga y la natación, ayuda a desarrollar el tono muscular y es la mejor prevención contra las molestias en el cuerpo. Además, caminar diariamente durante 30 a 60 minutos, usar calzado adecuado y realizar ejercicios abdominales durante 5 minutos al día pueden ayudar significativamente.
2. Elije un buen colchón y almohada: Tu colchón y almohada son fundamentales para la salud de tu espalda. Asegúrate de que permitan una buena adaptación a las curvas naturales de la columna. Renueva tu almohada cuando sea necesario, ya que puede llevar algún tiempo acostumbrarse a una nueva.
3. Controla el estrés: El nivel de estrés influye en la salud de tu espalda. El estrés crónico puede contribuir al dolor de espalda. Practicar técnicas de manejo del estrés puede ayudar.
4. Observa tus posturas diarias: Las posturas incorrectas en el trabajo son una causa común de problemas lumbares. Ajusta tu silla de oficina y evita cruzar las piernas durante largos períodos. También, si usas tacones, ten en cuenta cómo afectan a tu postura.
Además de estos consejos generales, la postura en la que duermes también es esencial para prevenir el dolor de espalda. Aquí hay algunas recomendaciones:
- Evita dormir boca abajo, ya que esta postura desalinea la columna vertebral y ejerce presión en la zona lumbar.
- Si prefieres dormir de lado, encoge las piernas hacia el pecho y coloca una almohada entre ellas para liberar tensión en la espalda.
- La postura boca arriba, con una almohada que mantenga tu cabeza en una posición neutra y otra debajo de las rodillas, es una de las mejores opciones para mantener la alineación de la columna.
Recuerda que cuidar tus colchones y almohadas también es fundamental para garantizar un buen descanso y prevenir problemas de espalda. Gira tu colchón regularmente y reemplázalo cuando sea necesario. Lava tus almohadas y renueva su interior para mantenerlos limpios y libres de ácaros y bacterias. Con estos consejos, puedes disfrutar de un sueño reparador y evitar dolores de espalda.