/ jueves 4 de febrero de 2021
En México, se diagnostican 191 mil casos de cáncer al año
Es la tercera causa de mortalidad en el país y segunda en Latinoamérica
Torreón, Coahuila.- Las cifras del cáncer en México son estremecedoras, según datos del INEGI, durante el 2020 se diagnosticaron un total de 191 mil casos, de los cuales fallecieron 84 mil, representando la tercera causa de mortalidad en el país y segunda en Latinoamérica.
En el caso de Coahuila, el estado ocupa a nivel nacional el tercer lugar en mortalidad por cáncer de mama, sólo después de Chihuahua y Ciudad de México (antes DF), lo que la ubica al norte del país, como la entidad con más fallecimientos por este padecimiento.
En el mismo estudio hecho por el INEGI, señala que en Coahuila se presentan 20 decesos por cada 100 mil habitantes (mujeres mayores a 20 años), cuando la media nacional es de 14.08 casos. Delante del estado, se encuentra Chihuahua (20.71) y Ciudad de México (20.66). En contraparte, las tasas más bajas de defunciones por cáncer de mama son Quintana Roo (5.96 muertes), Oaxaca (7.18) y Campeche (8.18).
Destaca que Baja California Sur se encuentra dentro de las entidades donde las mujeres se realizan menos mastografías, con apenas el uno por ciento, ubicándonos en el sitio 18 de la república. Los primeros lugares son ostentados por Ciudad de México (33.1%), Puebla (10.9%) y Baja California (5.3%).
En Coahuila, la tasa de letalidad hospitalaria (mujeres que mueren por cáncer después de egresar del hospital) es de 14.7 por cada 100, contra el resto del país, donde apenas es de 4.4 mujeres, en la misma proporción, contando el estado con el más alto índice de Cáncer de mama.
El cáncer de pulmón es otro de los más comunes en México, reportándose un incremento en la tasa de mortalidad por esta neoplasia de 5.01 en 1979 a 7.25 por 100 000 habitantes en 1993. Adicionalmente, se identificó un patrón de alto riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón en el norte del país, región donde se encuentra la zona más industrializada (Sonora, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila y Nuevo León).
El cáncer más frecuente en el país es el de mama, con 27 mil 500 casos por año, seguido del de próstata con 25 mil, colon 15 mil, tiroides 12 mil, cervicouterino 7 mil 870 y de pulmón con 7 mil 810.
A su vez, el cáncer de mama ocasiona 7 mil defunciones al año, el de próstata 6 mil 900, colon 7 mil, pulmón 6 mil 700 y cervicouterino 4 mil.
Una enfermedad muy cara
El costo económico para un tratamiento de cáncer varía según el tipo y la condición del paciente, presentándose casos en los que, si no se cuenta con seguridad social, una caja de medicamento puede valer alrededor de 100 mil pesos, mientras que en otras situaciones, si se ameritan quimioterapias y radiaciones, se tendría que pagar hasta 300 mil pesos por mes, según detalló el Dr. Francisco Javier Rosales Hernández, oncólogo médico, jubilado de la Jefatura de Oncología de la Clínica 71 del IMSS.
Para un cáncer de mama, que es el padecimiento más común en las mujeres, si es una paciente ya grande y se tienen terminaciones genéticas que indiquen que tiene receptores hormonales positivos, se le podría dar un tratamiento que se llama Tamoxifeno y cuesta 200 pesos al mes: “pero ese mismo paciente, siendo joven, al que yo quiero darle un tratamiento igual para bloquear las hormonas, me puede costar una cajita entre 80 y 105 mil pesos por mes, nada más una pastillita, si yo le quiero dar a parte quimioterapia, pues me voy a gastar otros 100 mil pesos cada mes y si a parte le quiero dar radiaciones, serían otros 300 mil pesos en tratamiento, entonces, finalmente el tratamiento sí es muy caro”, explicó el oncólogo.
Se dijo además, que hay padecimientos en los que probablemente con alguna cirugía sea suficiente y pudiera no ser tan alto el costo, sin embargo, en los padecimientos más frecuentes que son cáncer de mama, cáncer cervicouterino, cáncer de pulmón y cáncer de colon, la cirugía habitualmente no es suficiente y en el 90 por ciento de los casos, requieren tratamientos complementarios para evitar que regrese: “son tratamientos realmente caros, no hay ninguno que sea barato, hablando de radioterapia, de quimioterapia, de terapia de blanco, de inmunoterapia, finalmente no hay gente que pueda costearlos de su bolsa, aunque sea gente que tenga mucho dinero”.
Hay avances en tratamientos, más es difícil erradicar el cáncer
En cuanto a los avances que hay en la ciencia para combatir el cáncer, el DR. Francisco Rosales mencionó: “Lo que más hemos visto que hay mejoría, en cuanto a que los pacientes viven mucho más o se pueden curar, son padecimientos como los melanomas, que son tumores de la piel, los tumores del riñón, el tumor de pulmón, en los que la inmunoterapia es lo que está ahorita experimentándose con mejoras significativas y que el paciente puede vivir muchos años, nuestra única dificultad ahorita con las terapias nuevas, especialmente con la inmunoterapia, es lo que hablábamos, quién tiene la posibilidad de costear esos tratamientos que son muy caros”.
Pensar que el cáncer puede llegar a erradicarse algún día, es algo difícil de asegurar: “Es difícil pensar en que yo vea un padecimiento y que diga que lo voy a erradicar, porque realmente no es como una infección, lo que sí podemos hacer es detecciones muy tempranas, cada vez hay más formas de detectar, cada uno con diferente metodología, para detectar tempranamente los padecimientos, de forma que cuando el tratamiento se aborde, sea ya con un fin curativo, no con un fin paleativo, que muchas veces es lo que hacemos”.
Laura Olivia, aunque no lo ha padecido, vivió muy cerca la enfermedad del cáncer
Para toda persona que enfrenta el cáncer, puede ser la más terrible de las experiencias que les haya tocado en su existencia, algunas viven para contarlo y otras no, pero qué pasa con aquellas, que aunque no padecen la enfermedad, acompañan en el dolor, en el sufrimiento y en todo un tedioso proceso al paciente, es el caso de Laura Olivia Ayala Morán, mujer de 56 años de edad, quien vio cómo seis integrantes de su familia fueron afectados, muriendo cinco, entre ellos su madre, sobreviviendo solo uno.
Esta es la sorprendente y dolorosa experiencia que compartió:
“Mi nombre es Laura Olivia Ayala Morán, tengo 56 años de edad, soy maestra jubilada y desde hace poco más de 28 años empezó en mi familia a surgir el caso del cáncer. Primero, una cuñada tuvo cáncer de estómago, sus síntomas estaban parecidos a los de un embarazo, después de hacerse estudios y análisis, pues salió que tenía un cáncer de estómago, aunado a un embarazo que realmente fue, ella no pudo llevar un tratamiento oportuno, precisamente porque el embarazo le impidió tratarse, por lo cual ella prefirió pasarse los nueve meses sin ningún medicamento y sin nada, para tener a su hijo, ya que hasta después de 10 años fue que ella logró embarazarse, al final de cuentas nace su hijo y ella empieza su largo y tedioso proceso de cáncer, con tratamientos, quimioterapias, cirugías y pues desafortunadamente no libró la batalla y muere porque estaba ya muy agresivo el cáncer”.
La segunda terrible experiencia fue con su señora madre:
“Hace 15 años falleció, fue diagnosticada de cáncer de mama, empezamos un largo caminar con ella, por su edad, que tenía 82 años, entonces, fueron tres años en los que ella vivió un calvario, podríamos decirlo, porque ella sufría cada vez que la teníamos que llevar a los hospitales, la teníamos que llevar a sus tratamientos, llevarla a sus radiaciones, entonces, ella sufría, duró tres años en ese proceso y desafortunadamente pierde la batalla”.
Posteriormente, viene el tercer caso:
“Otro cuñado también aparece con cáncer de cerebro, un cáncer muy agresivo, con cirugías y cirugías y cirugías, brincándole a los riñones, a los pulmones, después al hígado, él no tenía seguro, ninguna institución que le pudiera brindar atención médica, por lo tanto, él se atendía particularmente, perdió casas, autos, que él había logrado realizar y los tuvo que perder por su enfermedad, quedó muy debilitado y ya no pudo soportar y muere”.
Después, fue un hermano al que se le detectó cáncer:
“Le detectan cáncer de colon, afortunadamente le detectan a tiempo el tumor que tenía en la parte del recto y le hacen una colonostomía, que hasta ahorita es con lo que ha sobrevivido”.
La desgracia siguió, siendo una hermana de Laura la quinta experiencia de cáncer:
“Una hermana, hace cinco años, muere de cáncer de colon, en nueve meses se fue, se fue muy pronto porque su cáncer estaba muy agresivo”.
Finalmente, llega el cáncer a otra de sus hermanas:
“Se van a cumplir tres años que muere también una hermana de cáncer de colon, ella también duró muy poco de tiempo con su tratamiento, ella empieza en noviembre, pasa diciembre, enero y en febrero fallece”.
Después de seis casos de cáncer en la familia, cada uno muy difícil y doloroso de enfrentar, Laura Olivia reflexiona y manifiesta su sentir, comentando que, aunque no fue ella la que padeció la terrible enfermedad, vivió años muy desgastantes:
“Uno como familia, pues no lo estamos viviendo físicamente, pero sí nos angustiamos el hecho de pensar si el tratamiento que se le está aplicando va a hacer efecto. Yo tenía mucha esperanza con mi madre, porque uno piensa que su madre siempre va a ser eterna y el día que a ella le diagnosticaron el cáncer, a mí mi mundo se me vino abajo, porque ella era mi sostén, era la persona que estaba conmigo en todo momento”.
“Una enfermedad de esas acaba con la familia también, no tanto por la cuestión económica, sino emocional, porque es muy duro estar acompañándola y no poder hacer nada, es sentirte con las manos atadas, de no poderle quitar un dolor, de no poder ayudar a un vómito que en esos momentos está llevando, quisiera uno estar en el lugar de ella, de ellos, de los pacientes, de los familiares, de nuestros seres queridos que no quisiera uno que nada les pasara”.
En lo económico, también se vive una situación complicada:
“Es muy pesado, lo vimos nosotros con mi cuñado, perdió dos casas, perdió tres autos, perdió todo porque él quería curarse, pero su enfermedad estaba muy adelantada, muy avanzada y ya no se pudo hacer nada, ahí se le fue su patrimonio en tanto gasto, a veces las instituciones no tienen en ese momento que se requiere el medicamento y hay que comprarlo de manera particular y ahorita el precio está demasiado alto, a veces inalcanzable”.
Con la experiencia tan negativa que se presentó en su familia, Laura da un consejo a las personas:
“Nuestra familia ha sido trastocada por esta enfermedad llamada cáncer y le pedimos a toda la gente que no deje nada para mañana, algún síntoma o algo extraño que aparezca en su cuerpo, inmediatamente trátense, porque muchas de las veces llegan demasiado tarde a los hospitales y es cuando ya no se puede hacer nada, cuando se hace oportunamente se logra sobrevivir, claro, con un largo camino, que es un proceso tedioso, un proceso fuerte, un proceso de miedo, de incertidumbre, de dolor, porque también hay mucho dolor en este proceso de cáncer”.
Esther Hernández Gallegos venció Cáncer de Mama
Sin duda, el cáncer es una de las más duras batallas que puede llegar a enfrentar un ser humano en su vida, hay miedo, dolor, incertidumbre, llanto, una situación por la que ya pasó Esther Hernández Gallegos, quien fue diagnosticada en 2012 con esta enfermedad y que hoy comparte públicamente: “Soy Esther Hernández Gallegos, tengo 50 años y hace casi nueve años me diagnosticaron cáncer de mama en etapa 3, fue en mayo del 2012. Cuando escuchas la palabra cáncer, es como si te dijeran ‘te vas a morir’, lo primero que pasó por mi cabeza fueron mis hijos, tengo 3 hijos, en ese entonces tenían 9, 10 y 11 años, estaban muy chicos y fue en ellos en los primeros que pensé”.
Sin antecedentes de algún familiar con cáncer, Esther no sabía del tema y prácticamente se sentía en un mundo desconocido: “A veces, uno como mujer tiene tiempo para todo, así era yo, tenía tiempo para todo, para los hijos, para la familia, para la escuela, tenía tiempo para todo, menos para mí, uno ve donde quiera las propagandas de ‘tócate para que no te toque’, pero yo las veía y decía, ‘no, no creo que me toque a mí’, por lo mismo, que no tenía antecedentes de familia, ni nada, pero pues sí, sí me tocó a mí”.
Basta uno o dos minutos para autoexplorarse y saber si hay algo extraño en el cuerpo, en este caso en uno de los senos: “En una ocasión, bañándome, me acordé que con el jabón es más fácil tocar una bolita y sí, toqué una bolita grande, era de unos 5 centímetros, por eso me pusieron en la etapa 3 del cáncer. Recuerdo que fue un domingo cuando me toqué una bolita, como había paquetes en una clínica oncológica, que ahorita ya no está, ahí fui, me hice el estudio en una clínica particular porque pensé que si iba a una estancia de salud, iba a ser más tardado, era un domingo y para el lunes ya estaba contratando un paquete de mastografía, un eco de mama y sí, ahí fue donde se determinó que era cáncer en etapa 3”.
Esther recordó que fue de una manera muy tajante que le dijeron que tenía cáncer de mama, que tendría que seguir un tratamiento de seis u ocho quimioterapias y que le quitarían el seno: “En ese momento uno no escucha, no entiende, oyes la palabra cáncer y ya te están hablando de quimioterapias, no lo asimilas, yo no sabía cómo era el procedimiento. Recuerdo que lloré porque no entendía nada y ahí la doctora me regañó, me dijo ‘es que tú no eres un seno’, pero ella no entendía que yo lloraba porque no estaba asimilando nada, en esa ocasión iba mi mamá conmigo y yo creo que si no me hubiera acompañado, yo salgo de ahí corriendo y me atropellan, la verdad la impresión fue muy tremenda”.
En aquel tiempo, mencionó que no había ninguna asociación a la que pudiera acercarse, que apoyara a mujeres con cáncer y que explicaran sobre lo que estaban enfrentando: “No había nada, yo me informaba en el internet y muchas veces ahí te asustas más, porque vienen cosas que a lo mejor ni pasan, yo leía que muchos se morían por los efectos de la quimioterapia, entonces uno se asusta, estás sola y te asustas muchísimo, sí lo pasé difícil, en sí, es un diagnóstico difícil de asimilar, es un proceso doloroso, porque el cáncer es un ataque tremendo al autoestima de uno como mujer, por qué, porque primero tienes que asimilar la enfermedad, que perdiste tu salud, tienes que asimilar todas las cosas que vienen, la pérdida de tu cabello, que tienen que cortar una parte de ti, sí es un proceso difícil, pero no imposible de superar”.
Fue en mayo del 2012 que le detectaron la enfermedad y después de seis ciclos de quimioterapias, la mastectomía y un control con una pastilla por 5 años, ahora Esther se encuentra bien, cumpliendo con una cita con el oncólogo cada seis meses.
En el tema económico, compartió que resulta una enfermedad muy costosa: “Gracias a Dios tengo el seguro, pero sí nos hemos dado cuenta que para gente que se queda sin el seguro es muy lamentable, es una inversión muy fuerte, yo creo que no hay economía que alcance para cubrir esto, es algo tremendo, es un golpe a la economía, si yo que tenía seguro gasté muchísimo, ahora imagínense las personas que no lo tienen”.
Ahora, Esther es integrante de la AC Fuerza Rosa Laguna, la cual se encarga de apoyar a personas que enfrentan el cáncer de mama, brindan ayuda de todo tipo, psicológica, médica, motivacional, ahí comparte su experiencia y dedica palabras de apoyo para todas aquellas mujeres que se encuentran en una difícil situación.
“Ahí ya es diferente, las mujeres son diagnosticadas, ya no están solas, yo no lo estuve porque ahí tenía a mis padres y a mis hijos, pero en cuanto a dudas, a todo lo que necesita uno saber, es lo más doloroso, no saber por dónde caminar o qué hacer, qué es lo que nos puede ayudar, ahora con Fuerza Rosa es diferente, uno se da cuenta, simplemente con la empatía con las compañeras, todas nos ven y dicen ‘si ella lo pasó, yo también puedo superarlo’, ellas me ven y muchas veces no me creen que pasé por esto, les enseño fotos donde estoy sin cabello y entonces ya se dan cuenta que es cierto, uno aquí aprende que tiene que perder, para poder ganar la batalla al cáncer”.
Apoyo de las asociaciones civiles
Las asociaciones civiles y otros organismos especializados en ayudar a personas con cáncer, representan sin duda alguna un invaluable apoyo para los mismos enfermos, así como para sus familiares, ya que sin costo alguno, brindan de todo lo necesario para enfrentar la situación, tal es el caso de la Casa Feliz, ubicada en la colonia Torreón Jardín, a la cual llegó América Fernanda con su hijo enfermo Natanael: “Mi hijo Emerson (7 años de edad) fue diagnosticado con un tumor de pelvis, el cual afecta por dentro lo que es su intestino, se le obstruyó y no podía hacer del baño, él ahorita tiene una colostomía y con eso puede hacer sus necesidades, traía sonda también el niño, afortunadamente y bendito mi Padre Dios se la pudieron quitar”.
“Ahorita más que nada me he apoyado en Dios, es el principal, bendito Dios llegué a Casa Feliz, en donde hemos recibido mucho apoyo, más que nada con tratamientos y con lo moral, llega uno a lugares desconocidos, porque prácticamente yo llegué sin tener absolutamente nada aquí en Torreón, no tengo familia, no tengo nada y ahorita bendito Dios pudimos llegar a Casa Feliz, donde nos han brindado un gran apoyo en todos los aspectos”.
Para América Fernanda, fue una noticia muy triste la que recibió de su hijo:
“Tenemos poquito enfrentando esto, pero sí es una cosa muy fuerte cuando te dan una noticia tan triste, que tu hijo tenga cáncer, que te lo diagnostiquen, porque el tumor que él trae es maligno, entonces son cosas muy fuertes que te parten el alma”.
A pesar de ser un niño con apenas siete años de edad, la mamá de Emerson se dice sorprendida de todo lo que ha evolucionado gracias al apoyo de Casa Feliz:
“A pesar de que es poquito tiempo que llegamos aquí, yo lo he visto con mucha mejoría al niño, él llegó completamente erguido, no podía bajar sus pies, no usaba los zapatos porque le dolían y en este tiempo que hemos estado aquí he visto mucha mejoría”.
Coahuila, referente nacional en atención al cáncer
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, que se conmemora este 4 de febrero, el Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, resaltó las acciones que se están realizando durante su administración, con el objetivo de que la entidad sea referente a nivel nacional en el combate a esta terrible enfermedad:
“Hoy el Gobierno del Estado, con el dinero de los y las coahuilenses, aporta 85 millones de pesos en medicamentos distintos para el cáncer, la idea es que nunca nos falte medicamento”, destacó.
Además, habló de la intención de conformar un Consejo, en el que empresarios, oncólogos, médicos y miembros de la sociedad civil, personas que están muy directamente en la atención a niños y niñas contra el cáncer, pero también con otro tipo de padecimientos en el mismo sentido, lograr dotar del medicamento a quien lo necesita, pero también, que como sociedad se vaya reponiendo el mismo: “es decir, que siempre tengamos un stock de medicamentos y que de aquí en adelante seamos un referente nacional, que Coahuila siempre tenga medicamento para el cáncer, para todo tipo”.
Este 2 de febrero, el Gobierno de Coahuila firmó un convenio con Casa Feliz, que atiende a niños y niñas con cáncer, sobre un programa estatal de medicamentos oncológicos, entre los que destaca para sarcomas de tejidos blandos, auxiliar para el cáncer de mama, atención para cáncer cervicouterino, para cáncer de testículo, para cáncer de pulmón, para cáncer de ovario, para tumores del estómago gástrico intestinal, para cáncer de próstata, para cáncer de colon, cáncer de tiroides, tratamiento para osteoporosis, entre otros.
“Lo hacemos con mucho gusto y con la confianza de que sociedad y gobierno podamos trabajar en conjunto, podamos cuidar el medicamento, con un fideicomiso que el gobierno del estado acaba de aportar una cantidad, pero que el esfuerzo sea conjunto de aquí en adelante y que no estemos pensando nunca, que a un niño o alguien de la sociedad, le pueda faltar el medicamento para atender oportunamente el cáncer”.
Torreón, Coahuila.- Las cifras del cáncer en México son estremecedoras, según datos del INEGI, durante el 2020 se diagnosticaron un total de 191 mil casos, de los cuales fallecieron 84 mil, representando la tercera causa de mortalidad en el país y segunda en Latinoamérica.
En el caso de Coahuila, el estado ocupa a nivel nacional el tercer lugar en mortalidad por cáncer de mama, sólo después de Chihuahua y Ciudad de México (antes DF), lo que la ubica al norte del país, como la entidad con más fallecimientos por este padecimiento.
En el mismo estudio hecho por el INEGI, señala que en Coahuila se presentan 20 decesos por cada 100 mil habitantes (mujeres mayores a 20 años), cuando la media nacional es de 14.08 casos. Delante del estado, se encuentra Chihuahua (20.71) y Ciudad de México (20.66). En contraparte, las tasas más bajas de defunciones por cáncer de mama son Quintana Roo (5.96 muertes), Oaxaca (7.18) y Campeche (8.18).
Destaca que Baja California Sur se encuentra dentro de las entidades donde las mujeres se realizan menos mastografías, con apenas el uno por ciento, ubicándonos en el sitio 18 de la república. Los primeros lugares son ostentados por Ciudad de México (33.1%), Puebla (10.9%) y Baja California (5.3%).
En Coahuila, la tasa de letalidad hospitalaria (mujeres que mueren por cáncer después de egresar del hospital) es de 14.7 por cada 100, contra el resto del país, donde apenas es de 4.4 mujeres, en la misma proporción, contando el estado con el más alto índice de Cáncer de mama.
El cáncer de pulmón es otro de los más comunes en México, reportándose un incremento en la tasa de mortalidad por esta neoplasia de 5.01 en 1979 a 7.25 por 100 000 habitantes en 1993. Adicionalmente, se identificó un patrón de alto riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón en el norte del país, región donde se encuentra la zona más industrializada (Sonora, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila y Nuevo León).
El cáncer más frecuente en el país es el de mama, con 27 mil 500 casos por año, seguido del de próstata con 25 mil, colon 15 mil, tiroides 12 mil, cervicouterino 7 mil 870 y de pulmón con 7 mil 810.
A su vez, el cáncer de mama ocasiona 7 mil defunciones al año, el de próstata 6 mil 900, colon 7 mil, pulmón 6 mil 700 y cervicouterino 4 mil.
Una enfermedad muy cara
El costo económico para un tratamiento de cáncer varía según el tipo y la condición del paciente, presentándose casos en los que, si no se cuenta con seguridad social, una caja de medicamento puede valer alrededor de 100 mil pesos, mientras que en otras situaciones, si se ameritan quimioterapias y radiaciones, se tendría que pagar hasta 300 mil pesos por mes, según detalló el Dr. Francisco Javier Rosales Hernández, oncólogo médico, jubilado de la Jefatura de Oncología de la Clínica 71 del IMSS.
Para un cáncer de mama, que es el padecimiento más común en las mujeres, si es una paciente ya grande y se tienen terminaciones genéticas que indiquen que tiene receptores hormonales positivos, se le podría dar un tratamiento que se llama Tamoxifeno y cuesta 200 pesos al mes: “pero ese mismo paciente, siendo joven, al que yo quiero darle un tratamiento igual para bloquear las hormonas, me puede costar una cajita entre 80 y 105 mil pesos por mes, nada más una pastillita, si yo le quiero dar a parte quimioterapia, pues me voy a gastar otros 100 mil pesos cada mes y si a parte le quiero dar radiaciones, serían otros 300 mil pesos en tratamiento, entonces, finalmente el tratamiento sí es muy caro”, explicó el oncólogo.
Se dijo además, que hay padecimientos en los que probablemente con alguna cirugía sea suficiente y pudiera no ser tan alto el costo, sin embargo, en los padecimientos más frecuentes que son cáncer de mama, cáncer cervicouterino, cáncer de pulmón y cáncer de colon, la cirugía habitualmente no es suficiente y en el 90 por ciento de los casos, requieren tratamientos complementarios para evitar que regrese: “son tratamientos realmente caros, no hay ninguno que sea barato, hablando de radioterapia, de quimioterapia, de terapia de blanco, de inmunoterapia, finalmente no hay gente que pueda costearlos de su bolsa, aunque sea gente que tenga mucho dinero”.
Hay avances en tratamientos, más es difícil erradicar el cáncer
En cuanto a los avances que hay en la ciencia para combatir el cáncer, el DR. Francisco Rosales mencionó: “Lo que más hemos visto que hay mejoría, en cuanto a que los pacientes viven mucho más o se pueden curar, son padecimientos como los melanomas, que son tumores de la piel, los tumores del riñón, el tumor de pulmón, en los que la inmunoterapia es lo que está ahorita experimentándose con mejoras significativas y que el paciente puede vivir muchos años, nuestra única dificultad ahorita con las terapias nuevas, especialmente con la inmunoterapia, es lo que hablábamos, quién tiene la posibilidad de costear esos tratamientos que son muy caros”.
Pensar que el cáncer puede llegar a erradicarse algún día, es algo difícil de asegurar: “Es difícil pensar en que yo vea un padecimiento y que diga que lo voy a erradicar, porque realmente no es como una infección, lo que sí podemos hacer es detecciones muy tempranas, cada vez hay más formas de detectar, cada uno con diferente metodología, para detectar tempranamente los padecimientos, de forma que cuando el tratamiento se aborde, sea ya con un fin curativo, no con un fin paleativo, que muchas veces es lo que hacemos”.
Laura Olivia, aunque no lo ha padecido, vivió muy cerca la enfermedad del cáncer
Para toda persona que enfrenta el cáncer, puede ser la más terrible de las experiencias que les haya tocado en su existencia, algunas viven para contarlo y otras no, pero qué pasa con aquellas, que aunque no padecen la enfermedad, acompañan en el dolor, en el sufrimiento y en todo un tedioso proceso al paciente, es el caso de Laura Olivia Ayala Morán, mujer de 56 años de edad, quien vio cómo seis integrantes de su familia fueron afectados, muriendo cinco, entre ellos su madre, sobreviviendo solo uno.
Esta es la sorprendente y dolorosa experiencia que compartió:
“Mi nombre es Laura Olivia Ayala Morán, tengo 56 años de edad, soy maestra jubilada y desde hace poco más de 28 años empezó en mi familia a surgir el caso del cáncer. Primero, una cuñada tuvo cáncer de estómago, sus síntomas estaban parecidos a los de un embarazo, después de hacerse estudios y análisis, pues salió que tenía un cáncer de estómago, aunado a un embarazo que realmente fue, ella no pudo llevar un tratamiento oportuno, precisamente porque el embarazo le impidió tratarse, por lo cual ella prefirió pasarse los nueve meses sin ningún medicamento y sin nada, para tener a su hijo, ya que hasta después de 10 años fue que ella logró embarazarse, al final de cuentas nace su hijo y ella empieza su largo y tedioso proceso de cáncer, con tratamientos, quimioterapias, cirugías y pues desafortunadamente no libró la batalla y muere porque estaba ya muy agresivo el cáncer”.
La segunda terrible experiencia fue con su señora madre:
“Hace 15 años falleció, fue diagnosticada de cáncer de mama, empezamos un largo caminar con ella, por su edad, que tenía 82 años, entonces, fueron tres años en los que ella vivió un calvario, podríamos decirlo, porque ella sufría cada vez que la teníamos que llevar a los hospitales, la teníamos que llevar a sus tratamientos, llevarla a sus radiaciones, entonces, ella sufría, duró tres años en ese proceso y desafortunadamente pierde la batalla”.
Posteriormente, viene el tercer caso:
“Otro cuñado también aparece con cáncer de cerebro, un cáncer muy agresivo, con cirugías y cirugías y cirugías, brincándole a los riñones, a los pulmones, después al hígado, él no tenía seguro, ninguna institución que le pudiera brindar atención médica, por lo tanto, él se atendía particularmente, perdió casas, autos, que él había logrado realizar y los tuvo que perder por su enfermedad, quedó muy debilitado y ya no pudo soportar y muere”.
Después, fue un hermano al que se le detectó cáncer:
“Le detectan cáncer de colon, afortunadamente le detectan a tiempo el tumor que tenía en la parte del recto y le hacen una colonostomía, que hasta ahorita es con lo que ha sobrevivido”.
La desgracia siguió, siendo una hermana de Laura la quinta experiencia de cáncer:
“Una hermana, hace cinco años, muere de cáncer de colon, en nueve meses se fue, se fue muy pronto porque su cáncer estaba muy agresivo”.
Finalmente, llega el cáncer a otra de sus hermanas:
“Se van a cumplir tres años que muere también una hermana de cáncer de colon, ella también duró muy poco de tiempo con su tratamiento, ella empieza en noviembre, pasa diciembre, enero y en febrero fallece”.
Después de seis casos de cáncer en la familia, cada uno muy difícil y doloroso de enfrentar, Laura Olivia reflexiona y manifiesta su sentir, comentando que, aunque no fue ella la que padeció la terrible enfermedad, vivió años muy desgastantes:
“Uno como familia, pues no lo estamos viviendo físicamente, pero sí nos angustiamos el hecho de pensar si el tratamiento que se le está aplicando va a hacer efecto. Yo tenía mucha esperanza con mi madre, porque uno piensa que su madre siempre va a ser eterna y el día que a ella le diagnosticaron el cáncer, a mí mi mundo se me vino abajo, porque ella era mi sostén, era la persona que estaba conmigo en todo momento”.
“Una enfermedad de esas acaba con la familia también, no tanto por la cuestión económica, sino emocional, porque es muy duro estar acompañándola y no poder hacer nada, es sentirte con las manos atadas, de no poderle quitar un dolor, de no poder ayudar a un vómito que en esos momentos está llevando, quisiera uno estar en el lugar de ella, de ellos, de los pacientes, de los familiares, de nuestros seres queridos que no quisiera uno que nada les pasara”.
En lo económico, también se vive una situación complicada:
“Es muy pesado, lo vimos nosotros con mi cuñado, perdió dos casas, perdió tres autos, perdió todo porque él quería curarse, pero su enfermedad estaba muy adelantada, muy avanzada y ya no se pudo hacer nada, ahí se le fue su patrimonio en tanto gasto, a veces las instituciones no tienen en ese momento que se requiere el medicamento y hay que comprarlo de manera particular y ahorita el precio está demasiado alto, a veces inalcanzable”.
Con la experiencia tan negativa que se presentó en su familia, Laura da un consejo a las personas:
“Nuestra familia ha sido trastocada por esta enfermedad llamada cáncer y le pedimos a toda la gente que no deje nada para mañana, algún síntoma o algo extraño que aparezca en su cuerpo, inmediatamente trátense, porque muchas de las veces llegan demasiado tarde a los hospitales y es cuando ya no se puede hacer nada, cuando se hace oportunamente se logra sobrevivir, claro, con un largo camino, que es un proceso tedioso, un proceso fuerte, un proceso de miedo, de incertidumbre, de dolor, porque también hay mucho dolor en este proceso de cáncer”.
Esther Hernández Gallegos venció Cáncer de Mama
Sin duda, el cáncer es una de las más duras batallas que puede llegar a enfrentar un ser humano en su vida, hay miedo, dolor, incertidumbre, llanto, una situación por la que ya pasó Esther Hernández Gallegos, quien fue diagnosticada en 2012 con esta enfermedad y que hoy comparte públicamente: “Soy Esther Hernández Gallegos, tengo 50 años y hace casi nueve años me diagnosticaron cáncer de mama en etapa 3, fue en mayo del 2012. Cuando escuchas la palabra cáncer, es como si te dijeran ‘te vas a morir’, lo primero que pasó por mi cabeza fueron mis hijos, tengo 3 hijos, en ese entonces tenían 9, 10 y 11 años, estaban muy chicos y fue en ellos en los primeros que pensé”.
Sin antecedentes de algún familiar con cáncer, Esther no sabía del tema y prácticamente se sentía en un mundo desconocido: “A veces, uno como mujer tiene tiempo para todo, así era yo, tenía tiempo para todo, para los hijos, para la familia, para la escuela, tenía tiempo para todo, menos para mí, uno ve donde quiera las propagandas de ‘tócate para que no te toque’, pero yo las veía y decía, ‘no, no creo que me toque a mí’, por lo mismo, que no tenía antecedentes de familia, ni nada, pero pues sí, sí me tocó a mí”.
Basta uno o dos minutos para autoexplorarse y saber si hay algo extraño en el cuerpo, en este caso en uno de los senos: “En una ocasión, bañándome, me acordé que con el jabón es más fácil tocar una bolita y sí, toqué una bolita grande, era de unos 5 centímetros, por eso me pusieron en la etapa 3 del cáncer. Recuerdo que fue un domingo cuando me toqué una bolita, como había paquetes en una clínica oncológica, que ahorita ya no está, ahí fui, me hice el estudio en una clínica particular porque pensé que si iba a una estancia de salud, iba a ser más tardado, era un domingo y para el lunes ya estaba contratando un paquete de mastografía, un eco de mama y sí, ahí fue donde se determinó que era cáncer en etapa 3”.
Esther recordó que fue de una manera muy tajante que le dijeron que tenía cáncer de mama, que tendría que seguir un tratamiento de seis u ocho quimioterapias y que le quitarían el seno: “En ese momento uno no escucha, no entiende, oyes la palabra cáncer y ya te están hablando de quimioterapias, no lo asimilas, yo no sabía cómo era el procedimiento. Recuerdo que lloré porque no entendía nada y ahí la doctora me regañó, me dijo ‘es que tú no eres un seno’, pero ella no entendía que yo lloraba porque no estaba asimilando nada, en esa ocasión iba mi mamá conmigo y yo creo que si no me hubiera acompañado, yo salgo de ahí corriendo y me atropellan, la verdad la impresión fue muy tremenda”.
En aquel tiempo, mencionó que no había ninguna asociación a la que pudiera acercarse, que apoyara a mujeres con cáncer y que explicaran sobre lo que estaban enfrentando: “No había nada, yo me informaba en el internet y muchas veces ahí te asustas más, porque vienen cosas que a lo mejor ni pasan, yo leía que muchos se morían por los efectos de la quimioterapia, entonces uno se asusta, estás sola y te asustas muchísimo, sí lo pasé difícil, en sí, es un diagnóstico difícil de asimilar, es un proceso doloroso, porque el cáncer es un ataque tremendo al autoestima de uno como mujer, por qué, porque primero tienes que asimilar la enfermedad, que perdiste tu salud, tienes que asimilar todas las cosas que vienen, la pérdida de tu cabello, que tienen que cortar una parte de ti, sí es un proceso difícil, pero no imposible de superar”.
Fue en mayo del 2012 que le detectaron la enfermedad y después de seis ciclos de quimioterapias, la mastectomía y un control con una pastilla por 5 años, ahora Esther se encuentra bien, cumpliendo con una cita con el oncólogo cada seis meses.
En el tema económico, compartió que resulta una enfermedad muy costosa: “Gracias a Dios tengo el seguro, pero sí nos hemos dado cuenta que para gente que se queda sin el seguro es muy lamentable, es una inversión muy fuerte, yo creo que no hay economía que alcance para cubrir esto, es algo tremendo, es un golpe a la economía, si yo que tenía seguro gasté muchísimo, ahora imagínense las personas que no lo tienen”.
Ahora, Esther es integrante de la AC Fuerza Rosa Laguna, la cual se encarga de apoyar a personas que enfrentan el cáncer de mama, brindan ayuda de todo tipo, psicológica, médica, motivacional, ahí comparte su experiencia y dedica palabras de apoyo para todas aquellas mujeres que se encuentran en una difícil situación.
“Ahí ya es diferente, las mujeres son diagnosticadas, ya no están solas, yo no lo estuve porque ahí tenía a mis padres y a mis hijos, pero en cuanto a dudas, a todo lo que necesita uno saber, es lo más doloroso, no saber por dónde caminar o qué hacer, qué es lo que nos puede ayudar, ahora con Fuerza Rosa es diferente, uno se da cuenta, simplemente con la empatía con las compañeras, todas nos ven y dicen ‘si ella lo pasó, yo también puedo superarlo’, ellas me ven y muchas veces no me creen que pasé por esto, les enseño fotos donde estoy sin cabello y entonces ya se dan cuenta que es cierto, uno aquí aprende que tiene que perder, para poder ganar la batalla al cáncer”.
Apoyo de las asociaciones civiles
Las asociaciones civiles y otros organismos especializados en ayudar a personas con cáncer, representan sin duda alguna un invaluable apoyo para los mismos enfermos, así como para sus familiares, ya que sin costo alguno, brindan de todo lo necesario para enfrentar la situación, tal es el caso de la Casa Feliz, ubicada en la colonia Torreón Jardín, a la cual llegó América Fernanda con su hijo enfermo Natanael: “Mi hijo Emerson (7 años de edad) fue diagnosticado con un tumor de pelvis, el cual afecta por dentro lo que es su intestino, se le obstruyó y no podía hacer del baño, él ahorita tiene una colostomía y con eso puede hacer sus necesidades, traía sonda también el niño, afortunadamente y bendito mi Padre Dios se la pudieron quitar”.
“Ahorita más que nada me he apoyado en Dios, es el principal, bendito Dios llegué a Casa Feliz, en donde hemos recibido mucho apoyo, más que nada con tratamientos y con lo moral, llega uno a lugares desconocidos, porque prácticamente yo llegué sin tener absolutamente nada aquí en Torreón, no tengo familia, no tengo nada y ahorita bendito Dios pudimos llegar a Casa Feliz, donde nos han brindado un gran apoyo en todos los aspectos”.
Para América Fernanda, fue una noticia muy triste la que recibió de su hijo:
“Tenemos poquito enfrentando esto, pero sí es una cosa muy fuerte cuando te dan una noticia tan triste, que tu hijo tenga cáncer, que te lo diagnostiquen, porque el tumor que él trae es maligno, entonces son cosas muy fuertes que te parten el alma”.
A pesar de ser un niño con apenas siete años de edad, la mamá de Emerson se dice sorprendida de todo lo que ha evolucionado gracias al apoyo de Casa Feliz:
“A pesar de que es poquito tiempo que llegamos aquí, yo lo he visto con mucha mejoría al niño, él llegó completamente erguido, no podía bajar sus pies, no usaba los zapatos porque le dolían y en este tiempo que hemos estado aquí he visto mucha mejoría”.
Coahuila, referente nacional en atención al cáncer
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, que se conmemora este 4 de febrero, el Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, resaltó las acciones que se están realizando durante su administración, con el objetivo de que la entidad sea referente a nivel nacional en el combate a esta terrible enfermedad:
“Hoy el Gobierno del Estado, con el dinero de los y las coahuilenses, aporta 85 millones de pesos en medicamentos distintos para el cáncer, la idea es que nunca nos falte medicamento”, destacó.
Además, habló de la intención de conformar un Consejo, en el que empresarios, oncólogos, médicos y miembros de la sociedad civil, personas que están muy directamente en la atención a niños y niñas contra el cáncer, pero también con otro tipo de padecimientos en el mismo sentido, lograr dotar del medicamento a quien lo necesita, pero también, que como sociedad se vaya reponiendo el mismo: “es decir, que siempre tengamos un stock de medicamentos y que de aquí en adelante seamos un referente nacional, que Coahuila siempre tenga medicamento para el cáncer, para todo tipo”.
Este 2 de febrero, el Gobierno de Coahuila firmó un convenio con Casa Feliz, que atiende a niños y niñas con cáncer, sobre un programa estatal de medicamentos oncológicos, entre los que destaca para sarcomas de tejidos blandos, auxiliar para el cáncer de mama, atención para cáncer cervicouterino, para cáncer de testículo, para cáncer de pulmón, para cáncer de ovario, para tumores del estómago gástrico intestinal, para cáncer de próstata, para cáncer de colon, cáncer de tiroides, tratamiento para osteoporosis, entre otros.
“Lo hacemos con mucho gusto y con la confianza de que sociedad y gobierno podamos trabajar en conjunto, podamos cuidar el medicamento, con un fideicomiso que el gobierno del estado acaba de aportar una cantidad, pero que el esfuerzo sea conjunto de aquí en adelante y que no estemos pensando nunca, que a un niño o alguien de la sociedad, le pueda faltar el medicamento para atender oportunamente el cáncer”.