Una vez que entra la temporada de primavera-verano, es común que puedan presentarse también resfriados; este padecimiento no es exclusivo del invierno y climas fríos, pero sí es diferente a la gripe común.
En estas estaciones del año, muchas personas se enferman y es a causa de los enterovirus, que son virus que causan infecciones comunes con síntomas leves. Uno de ellos es el rinovirus, un tipo de enterovirus que causa la llamada gripe solar o gripe de verano.
Los resfriados que presentamos en la temporada invernal suelen ser provocados por infecciones virales más comunes, que son los gérmenes conocidos como rinovirus; estos y algunos otros parecen sobrevivir mejor en climas y ambientes más fríos, se incrementan en septiembre y comienzan a disminuir en marzo con la llegada de la primavera.
Ya teniendo encima los meses de primavera y verano, sobre todo en La Laguna donde el clima cálido hace presencia de manera más pronta, empieza a haber un cambio en el paisaje viral y es donde aparecen otros tipos de virus causando infecciones diferentes aunque similares.
"Generalmente como su nombre lo refiere, estas enfermedades se presentan más a menudo en el verano y otoño, que es cuando se tiene mayor presencia de estos virus", explicó la especialista en Infectología, Cynthia Acosta Gallegos.
Detalló que los enterovirus pueden infectar los tejidos de la nariz, garganta, ojos, así como también del sistema digestivo y otros lugares.
"Los resfriados de verano o la gripa solar como suele llamársele, suelen desaparecer en pocos días sin un tratamiento o con medidas generales", detalló.
Sin embargo, también puede hacerse uso de medicamentos para la fiebre o el dolor en caso de que los síntomas así lo requieran, dependiendo la intensidad de los mismos.
La manera de cortar la cadena de esta transmisión de este tipo de padecimientos vitales, es el lavado de manos correcto y continuo con agua y jabón.
Entre otras recomendaciones, se pide evitar la exposición a personas enfermas o que tengan fiebre, mantenerse bien hidratados principalmente en las horas más calurosas que son entre las 10:00 y 16:00 horas, además de evitar exponerse demasiado al sol en ese mismo horario.
Entre las causas que pueden provocar este tipo de gripa, se encuentran los cambios bruscos de temperatura, la exposición prolongada al aire acondicionado, entrar en contacto con superficies infectadas, así como tener un sistema inmunológico vulnerable.
Pueden variar los síntomas, pero se destacan el dolor de garganta, congestión nasal, lagrimeo, aparición de fiebre de manera repentina, incluso dolor muscular, conjuntivitis y hasta malestares gastrointestinales.
La principal diferencia entre la gripe de verano y los resfriados comunes es el microorganismo, por ello como en el caso de cualquier otro padecimiento, la recomendación principal es que ante cualquier síntoma se acuda con un médico, quien le dará un diagnóstico correcto para recomendar un tratamiento oportuno y medidas de cuidado.