El pasado martes se informó el primer caso de “hongo negro” (murcomicosis) en un paciente masculino de 34 años en el Estado de México, quien se recupera de Covid-19.
Pese a que se han registrado múltiples casos en India, esta enfermedad que en casos graves puede llegar a necrosar el tejido, no es frecuente, sin embargo es crucial saber que afecta a personas con diabetes, sistema inmunodeprimido (como pacientes post coronavirus), y que este hongo puede estar muy cerca de nosotros, incluso en nuestra cocina.
Es importante decir también que la mucormicosis no se contagia de persona a persona y que el modo en que una persona se contagia es por respirar las esporas del hongo, que se pueden encontrar en el medio ambiente.
El hongo negro es causado por un moho que se encuentra en ambientes húmedos como la tierra, el compost, en tortillas con moho, pan viejo o incluso en nuestro refrigerador y puede atacar las vías respiratorias.
Varios tipos de hongos pueden causar la enfermedad. Estos hongos no son perjudiciales para la mayoría de las personas, pero pueden causar infecciones graves entre quienes tienen el sistema inmunológico debilitado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su siglas en inglés).
Las personas inmunodeprimidas son más susceptibles de contraer la infección, como los pacientes de covid-19, los diabéticos, las personas que toman esteroides y las que padecen otras comorbilidades, como cáncer o trasplantes de órganos, según el Ministerio de Sanidad de la India.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el funcionario federal señaló que esta enfermedad, mucormicosis, es causada por estos hongos que existen en el ambiente, “y no nos pasa nada, a menos que tengamos inmunosupresión grave”.
“Este tipo de infecciones existen en México desde hace muchos años, igual que existen casi en cualquier país, y afectan de forma casi exclusiva a personas que tienen inmunosupresión grave, es decir, las defensas muy bajas”. López-Gatell Ramírez detalló que la situación clínica donde se presenta con mayor frecuencia es en personas que padecen cáncer y están sometidas a quimioterapias, “principalmente cánceres sanguíneos, linfomas o leucemias”.