La llegada de Kike fue inesperada, no estaba en los planes de Alma y su esposo pero si en los de Dios; después de 18 años de haber tenido su primera y hasta el momento única hija, volvió a embarazarse y a tener esa ilusión de ver llegar a su segundo hijo, sin embargo, a las 28 semanas los planes de recibir al pequeño se adelantaron y empezaron las dificultades.
El pequeño Jesús Enrique, se sometió recientemente a una operación por luxación de cadera, en la cual se le colocó una placa; actualmente se recupera y la intervención fue un éxito, aunque sus padres continúan recaudando el recurso necesario para los gastos correspondientes.
Tras su nacimiento prematuro, permaneció semanas en la incubadora; fue trasladado al Hospital Materno Infantil de la ciudad de Durango, Durango para ser evaluado por médicos especialistas.
"Un día en la noche así de la nada se me reventó la fuente y me fui al hospital; duré de jueves al lunes que me hicieron cesárea, pero lo pasaron a la incubadora y de Gómez Palacio lo pasaron a Durango", recuerda Alma.
Había una sospecha de hidrocefalia pero el diagnóstico fue distinto, parálisis cerebral; para la familia Ramírez Sánchez el camino ha sido largo, complicado y doloroso, pero Kike los contagia su alegría, optimismo y fortaleza para seguir adelante.
Además de parálisis, fue diagnosticado con encefalopatia quística, tiene acortamiento de extremidad pélvica del lado izquierdo y presentó una luxación de cadera, por esto último, fue intervenido quirúrgicamente el pasado 23 de julio, por lo que se encuentra en recuperación hasta el momento.
Con ánimo ante las dificultades
"No a sido nada fácil pero como papás hemos hecho todo lo posible para poderle dar al niño todo lo que necesita, para que el tenga una buena calidad de vida. Gracias a Dios nunca nos suelta de su mano y hay veces que hay gente que nos apoya para poder solventar los gastos de pañales, medicamentos, terapias traslado de taxis y también nosotros como papás ponemos todo para poder salir adelante con él ", dijo Alma.
Comento que dar a conocer que un hijo tiene una discapacidad, cualquiera que sea, hará que muchas personas les den la espalda. Existe miedo, desinformación y desinterés que pueden alejar a muchos; sin embargo, otras personas que abrirán su corazón, incluso sin conocerlos porque se identificarán.
"Tendrán experiencias similares y compartirán sueños, alegrías y esperanzas; hay que darle gracias a la vida por eso, porque al final, sólo estarán los que aceptan la discapacidad, los que deben estar y los que saben amar".
Un ejemplo de lucha
Kike actualmente tiene tres años y ha luchado como un verdadero guerrero; pese a la adversidad, es un niño que nunca pierde su alegría y buen ánimo.
Su madre, dice que siempre está de buen humor y que en todo momento ha sido valiente y fuerte; Kike tiene la esperanza de algún día tener una mejor calidad de vida y sus padres, están luchando cada día para que pueda lograrlo.
"Él es un súper héroe, porque sabe como darnos fuerzas, lo admiro mucho, tan chiquito es el más fuerte y sabe salir rápido de todo".
También es parte de la familia Teletón, desde hace un par de años acude al Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) en Gómez Palacio, dónde recibe las terapias que necesita para su evolución, como son lenguaje, hidro, fisio y electroterapias.
"Ahí ha tenido avances muy importantes y el traumatólogo que lo operó dice que sí puede ser candidato a caminar; está fue su segunda operación y tenemos mucha fe en que con sus ganas de luchar y de salir adelante, va a lograr mejorar bastante”.
Dio un mensaje a todas las madres que atraviesan una situación similar; exhortó a que sean fuertes y crean en sus hijos, que les den la seguridad de que con amor y esfuerzo muchas cosas serán posibles aún teniendo un diagnóstico.
Una mano amiga
Gracias al apoyo de familiares y amigos, la familia continúa su camino y lucha por darle una mejor calidad de vida al pequeño Jesús Enrique; se han enfrentado a dificultades económicas para poder costear las operaciones y tratamientos, pero han recibido ayuda de varias personas.
También cuentan con una pensión del Bienestar para personas con discapacidad, que han utilizado en terapias, medicamentos y traslados, pero además, para completar gastos hospitalarios.
Alma Sánchez, madre del menor, sigue apelando a la solidaridad y buen corazón de los laguneros, para que apoyen en las diferentes actividades que realizan a beneficio. Recientemente realizaron una rifa y seguirán recibiendo aportaciones para quien desee cooperar.
"Nos encontramos en una situación en la que necesitamos de su solidaridad y apoyo; se le realizó la cirugía de luxación de cadera y liberación de tendones del tobillo y el costo fue de 75 mil pesos. Estamos recaudando fondos para complementar medicamentos, pañales, consultas médicas y otros gastos, por eso estamos pidiendo apoyo con lo que cada quien quiera y pueda", expresó la madre de Kike.
Quien desees apoyar a la familia, puede hacerlo directamente a la cuenta BBVA número
4152 3142 9508 3573, a nombre de Alma Sánchez, o bien, poniéndose en contacto directo con ella al número telefónico 871-342-79-10 por llamada o WhatsApp.
"La verdad no es nada fácil, pero cada día me levanto con esa fe y esa esperanza de que algún día todo estará bien; no sé en realidad, cuando pero yo sé que algún día todo estará muy bien".