Recientemente, la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo exhibió el caso de un hombre que acudió al huesero para recibir un masaje y acabó con la cervical lastimada gravemente, situación que ha servido para revivir los riesgos de ir con un quiropráctico.
Y es que según el estudio publicado en la revista independiente Internal and Emergency Medicine, el afectado habría presentado una lesión en la médula espinal y un infarto en el cerebelo como resultado de la quiropraxia.
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Ante esto, los departamentos de reumatología y neurología realizaron un análisis por separado del paciente y descubrieron que este sufría de espondilitis anquilosante, enfermedad que no le había sido diagnosticada con anterioridad y que complicó aún más su estado de salud.
Cabe señalar que la espondilitis anquilosante es un tipo de artritis crónica que afecta mayormente los huesos y las articulaciones en la base de la columna, por lo que el dolor inicial del paciente era debido a ello.
No obstante, el equipo recordó la importancia de acudir con un especialista ante cualquier molestia como la mencionada.
¿Qué es la quiropráctica y cuáles son las consecuencias?
Se trata de un tipo de medicina alternativa centrada en realizar terapias de la columna vertebral en donde se utiliza la fuerza para sanar el dolor y mejorar la movilidad de la misma.
Aunque en ocasiones el proceso puede llegar a tener buenos resultados, también ha sido fuertemente señalado debido a que tiene consecuencias como el agravamiento de una hernia, daños cerebrovasculares y el pinzamiento de un nervio.
Por lo anterior, es que ir con el quiropráctico o huesero no es recomendable para personas con padecimientos como la osteoporosis avanzada, tumores vertebrales o algún accidente cerebrovascular previo.