Llegó el verano y con ello los remedios o trucos para mitigar el calor, como un ceviche, helado o ¿caldo de pollo? Así como lo escuchas, los consejos de tu abuelita sobre comer caldos, sopas y bebidas calientes sí quitan el calor ¿por qué?
Aunque suene extraño, comer alimentos o bebidas calientes durante el tiempo de calor ayuda a mitigar las altas temperaturas, pero ¿por qué?
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¿Por qué los caldos y sopas calientes quitan el calor?
Son dos las razones por las cuales este fenómeno sucede, desde el llamado equilibrio térmico, hasta la sudoración.
- Equilibrio térmico: Se trata de un fenómeno que tiene que ver con la temperatura corporal. Según estudios publicados por la Universidad de Ottawa, al introducir al cuerpo humano una bebida caliente, su temperatura sube, de modo que se empareja con el ambiente.
- La sudoración: La segunda razón por la cual se quita el calor es el sudor. En el momento en que el organismo sube la temperatura hay un estímulo que provoca que sudemos y eso puede dar una sensación de refresco al contacto con el aire del ambiente. Cuando el sudor se evapora de la piel, la energía se absorbe en el aire como parte de la reacción y el cuerpo se refresca.
Para que este truco funcione, debes tener en cuenta que la ropa puede ayudarte mucho. Si usas una chamarra impermeable por más caldos y cafés que tomes, no te quitarán el calor.
Otro aspecto a considerar, son los ingredientes que comemos, pues según el endocrinólogo del Hospital ABC, doctor Román Mielé, la sensación de calor y refresco al comer o beber algo tiene que ver con los ingredientes que se utilizaron.
El chile, por ejemplo, da una sensación de calor que estimula la sudoración. Si tomas una sopa picante en un día de calor, es posible que las primeras reacciones sean incómodas, pero en un lapso de 5 o 10 minutos cualquiera está fresco, explica el especialista.
De igual manera influyen el azúcar, la grasa y sal, esta última debido a la retención de líquidos, la cual permitirá al cuerpo incrementar su temperatura de manera más fácil y se adapte al ambiente. El azúcar, y los carbohidratos, en general, son calor puro: su aporte de energía inmediata hará que tu cuerpo tenga el efecto contrario y no haya poder humano que te refresque.
