Los perros no solo son fieles amigos de sus dueños, sino que también se erigen como guardianes del corazón humano. Así lo confirma un reciente estudio publicado en la revista médica mensual 'Mayo Clinic Proceedings', que arroja luz sobre la influencia positiva de estas queridas mascotas en la salud cardiovascular.
Considerados miembros adicionales de la familia, los perros no solo ganan el cariño de sus dueños, sino que también pueden conquistar la vitalidad del sistema cardiovascular, fortaleciendo arterias, venas, vasos sanguíneos y, en última instancia, el mismo motor de la vida: el corazón. Según los resultados de esta investigación, las personas que tenían mascotas, en particular perros, tendían a practicar más ejercicio físico, seguir una dieta más saludable y mantener niveles adecuados de azúcar en sangre.
Andrea Maugeri, una de las autoras del estudio y miembro del Centro Internacional de Investigación Clínica (CICR) con sede en el Hospital de la Facultad de St. Anne en Brno, República Checa, señala que este estudio recopila información de salud y datos socioeconómicos por primera vez de un grupo de 1.769 personas sin antecedentes de enfermedad cardiaca en Brno. La investigación tiene como objetivo seguir sus historiales médicos a lo largo de intervalos de cinco años hasta el año 2030 para determinar la relación entre la posesión de un perro y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Las personas se clasificaron según su comportamiento, estilo de vida y los siete factores de riesgo identificados por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés): índice de masa corporal, dieta, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa en sangre y colesterol total. Además, se compararon las puntuaciones de salud cardiovascular entre los dueños de mascotas en general y aquellos que no tenían mascotas, así como en función del tipo de animal adoptado. El artículo destaca claramente que "nuestro estudio demuestra una asociación entre la propiedad de perros y la salud del corazón que coincide con la declaración científica de la AHA en 2013 sobre los beneficios de poseer un perro en términos de actividad física, compromiso y reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares".
Varias investigaciones previas ya habían indicado que convivir con un perro se relaciona con mejores niveles de presión arterial, colesterol más saludable y una menor incidencia de obesidad. Sin embargo, la institución médica estadounidense siempre había aclarado que no estaba claro si existía una relación de causa y efecto.
Alfonso Valle, vocal de la sección de riesgo vascular y rehabilitación cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología, destaca que "la clave para la salud cardiovascular es el ejercicio físico, ya sea montar en bicicleta, correr o pasear al perro". Se sabe que "el sedentarismo en personas sanas aumenta la mortalidad prematura en un 10%", por lo que si es un perro el que motiva la actividad física, se da la bienvenida a este estilo de vida saludable. Tu corazón, sin duda, lo agradecerá. Con estos hallazgos, los perros se consolidan como fieles guardianes del bienestar cardiovascular humano.
