Estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) desarrollaron y buscan patentar, un cubrebocas incluyente (transparente para leer los labios), sustentable, ergonómico y tan útil, pero más barato, que el N95.
En todo el mundo, el cubrebocas se convirtió en un artículo indispensable para evitar el contagio de Covid-19, por lo que diversas empresas, laboratorios y universidades se han esforzado por aumentar su eficacia comodidad.
En esta ocasión, la ITESO creó un cubrebocas elaborado de silicona, el cual es un plástico natural que no es tóxico, es decir no contamina al igual que otros; además tiene filtros antihumedad y plástico antiempañante, explicó Miguel Huerta Gutiérrez, profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU).
Si bien no es el primero realizado de ese material, porque la compañía Leaf, en Estados Unidos lo consiguió antes, la diferencia con este prototipo radica en el uso social que se plantea en los hechos en México, pues las patentes están orientadas a permitir que empresas mexicanas las utilicen, sin monopolizar su fabricación.
Este cubrebocas es resulto del Proyecto de Aplicación Profesional (PAM) de la ITESO, un programa con el que deben cumplir los alumnos al terminar la carrera.
En esta ocasión, el proceso del diseño duró tres meses y concluyó con la realización de un prototipo, mismo que comprobó que filtra 97 por ciento de microbacterias, dos por ciento más que el N95.
En este proyecto participaron César Velarde (Ingeniería Mecánica), Andrea Zúñiga (Ingeniería Industrial), Michelle González (Diseño), Paulina Ramírez (Diseño) y Oliver Mederos (Ingeniería Mecánica).