Torreón, Coahuila.- Por enésima ocasión, derechohabientes de la Clínica 16 del IMSS que acuden al área de farmacia, mostraron una molestia generalizada por las largas y tardadas filas que tienen que realizar para recoger su medicamento, muchas veces al exterior bajo un extenuante sol, resultando en vano en ocasiones la espera, ya que al llegar no les surten la receta completa y tienen que ir en fecha posterior.
Otra inconformidad, es porque dejó de operar la ventanilla que daba prioridad a gente mayor de 70 años y con alguna discapacidad, teniendo todo este grupo que hacer fila, aún y cuando muchos de ellos van en silla de ruedas, utilizan andador o bastón o tienen que ser ayudados por otra persona.
“Soy una usuaria del seguro inconforme, padezco cáncer de piel y muchas veces me quedo sin el medicamento por las largas filas que tengo que hacer, entonces, prefiero comprarlo yo, a estar aquí formada por dos o tres horas y en el vil sol, es estar aquí afuera aguantando el calor y en ocasiones para nada, ya que no hay el medicamento”, mencionó una señora de aproximadamente 60 años, quien prefirió omitir su nombre.
Otra molestia es la del señor Benito Plata, quien tiene que hacer fila de más de dos horas para recoger su medicamento para la alta presión:
“No lo atienden a uno como debe ser, inclusive ya quitaron la ventanilla de 70 y más que era más rápido para uno, yo tengo 73 años y antes llegaba y no me hacían esperar mucho, pero con la pandemia decidieron quitarla, pero resultó peor, ahora hay filas más largas y a la gente de edad más avanzada como yo, pues sí nos repercute”.
Un caso más, es el del señor Manuel Ponce, de 79 años de edad, quien suele ser acompañado por su hija:
“La indicación es formarse, aunque ya sean personas de edad muy avanzada, mi papá tiene casi 80 años, tiene sus pies muy hinchados y no puede estar de pie, venimos por medicamento como prednisona, metomexato, mejor nos vamos a ir, no me parece prudente esperar tanto tiempo, yo puedo aguantar, pero mi papá no, además, otras veces que nos hemos formado, llegamos y resulta que no tienen el medicamento, tenemos que gastar hasta mil 500 pesos en una farmacia particular”.
Un cuarto caso es el del señor Manuel, quien utiliza andador para caminar: “hay otros peor que yo, que vienen en silla de ruedas o los traen cargando, pero aquí todos somos ‘hijos del pueblo’, no hay consideración para nadie, te mandan a formar sin importarles cómo venga la gente”.