De las 10 vacunas que se encuentran en la fase tres de ensayos clínicos, dos se basan en material genético del virus, lo que ninguna otra vacuna en el mundo; sin embargo, eso genera complicaciones para los sistemas sanitarios de todos los países del mundo.
De acuerdo con el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el doctor Jarbas Barbosa, en un artículo publicado en el apartado noticioso de las Naciones Unidas, estas vacunas necesitan ser almacenadas a -70 grados centígrados (°C), con lo que ningún sistema del Caribe, América del Sur, Estados Unidos o Europa cuenta.
Especificó que cuando las vacunas llegan a las salas donde se va a aplicar, es solo necesario que estén entre 2°C y 8°C durante un período de máximo cinco días, por lo que la problemática es solo en cuestión de almacenaje central y transporte.
Por ello, hizo un llamado a las naciones interesadas en usar estas vacunas a prepararse. Asimismo, precisó que las otras ocho vacunas en la tercera fase se pueden manejar en las cadenas de frío que se encuentran en cualquier país.
Precisó también que la OPS, consciente de la problemática, ha entablado ya conversaciones con instituciones financieras para fortalecer las cadenas de frío de los países, pues se requieren cambios en los almacenes o incluso nuevos, para conservarlas a la temperatura ya mencionada.
Una de las vacunas que utiliza esta nueva tecnología es la de la empresa farmacéutica Pfizer, que según se precisó, tiene un 90 por ciento de eficacia.