No completar el esquema de vacunación de los niños aumenta el riesgo de que se enfermen gravemente, incluso de que a causa de algún padecimiento puedan desarrollar alguna discapacidad o hasta perder la vida.
Incluso, no contar con todas las vacunas puede generar problemas de salud cuando el niño sea adolescente o adulto; a la sociedad en general afecta por la facilidad con la que se propagan las enfermedades y la gravedad de éstas cuando no se cuenta con la vacuna correspondiente.
De ahí la importancia de completar los esquemas en las edades correspondientes; al nacer, los bebés no tienen los anticuerpos suficientes que los protejan contra enfermedades y muchas de ellas son totalmente prevenibles con la aplicación de vacunas.
El principal beneficio de contar con las vacunas es que siempre será preferible prevenir una enfermedad que padecerla; además las vacunas son una forma altamente eficaz, segura y fácil de mantener sanos a los pequeños pero también a toda la familia y al resto de los menores que conviven con ellos en guarderías y escuelas.
Estos biológicos proporcionan inmunidad a los niños antes de dejarlos expuestos a enfermedades que pueden ser realmente peligrosas.
La especialista en Infectología Pediátrica, Cynthia Acosta Gallegos, señaló que las vacunas están evaluadas con la finalidad de garantizar su seguridad y eficacia, para que así puedan ser administradas a los niños en las edades recomendadas.
“La vacunación es una forma simple de proteger a la población infantil para reducir la propagación de enfermedades infecciosas en ellos, además de ser un derecho universal en los seres humanos”, comentó.
La problemática de las vacunas en México
En México se cuenta con el Programa de Vacunación Universal, el cual llegó a ser punta de lanza debido a sus políticas en vacunación a favor de la salud y bienestar de la población; recordemos aquella tradicional frase de “Todos los niños, todas las vacunas” previo al inicio de las campañas de vacunación.
“Desafortunadamente en las últimas décadas, ocurrió un estancamiento o incluso un retroceso en las coberturas que se habían alcanzado, en parte asociado al desabasto de medicamentos por la llegada de la pandemia por COVID-19, la burocracia, recortes al presupuesto en materia de salud, entre otras causas”, agregó la especialista.
Además, señaló que el impacto de la caída en la cobertura de vacunación en la infancia, pudiera manifestarse con la reemergencia de enfermedades ya erradicadas, un ejemplo muy notorio es el sarampión.
“Estas enfermedades infecciosas pueden condicionar desde ausentismo escolar hasta la gravedad de provocar trastornos, discapacidades incapacitantes hasta la muerte, debido a que la proporción del grupo infantil que reciben las vacunas recomendadas para prevenir estas enfermedades, cayó abismalmente”.
Considera que actualmente es necesario dar prioridad al desabasto de vacunas y retomar las coberturas de vacunación con las cuales se contaba anteriormente, con la finalidad fundamental de salvaguardar la salud y bienestar de la población.