Padre e hijo, de 59 y de 33 años vencieron al Covid-19, tras permanecer siete y nueve días hospitalizados en el Centro de Atención Temporal IMSS-Cemex de Saltillo. A pesar de ser joven, durante la fase crítica de la enfermedad, Hugo hijo estuvo a punto de ser intubado; ahora ambos agradecen al personal del Seguro Social por el apoyo que les brindaron en la recuperación de su salud.
Hasta el momento no identifican algún sitio posible de contagio, don Mario y su hijo realizaban sus actividades con normalidad, con los cuidados de prevención que señalan las autoridades. Hugo, incluso llegó a pensar que él ya había enfermado y que había sido asintomático, pero la realidad no era así.
El padre de familia fue el primero en manifestar síntomas, a los pocos días dio positivo Hugo quien determinó pasar la convalecencia en la casa de don Mario para evitar contagiar a sus dos hijos pequeños y su esposa que se encuentra embarazada.
El 7 de julio, al sentir que no podía respirar el padre de familia pidió a su hijo que lo llevara al hospital, al ver que éste no pudo ponerse de pie se percató de que ambos, se encontraban graves.
Con ayuda de su hija acudió primero a un hospital particular, no le hicieron válido el seguro de gastos médicos mayores y le pidieron una fuerte suma de dinero para ingresar, así que optó por acudir al IMSS.
Primero llegó al Hospital General de Zona No. 2, señala que el trato fue bueno y la atención rápida, de ahí lo trasladaron al Centro de Atención Temporal (CAT). Antes de partir pidió a su hija que fuera por Hugo y que de ser necesario también lo internaran.
La especialista en urgencias médicas y directora del Centro de Atención Temporal COVID-19, doctora Mayela González Núñez, explicó que don Mario, ingresó en malas condiciones, afortunadamente durante la fase de inflamación se encaminó a la mejoría y el día 14 fue dado de alta con oxígeno domiciliario a bajas dosis.
A pesar de tener 33 años, Hugo estuvo muchísimo más grave que su padre. Llegó al CAT un día después, requirió nueve días de internamiento y aunque no padece enfermedades crónicas el exceso de peso generó problemas serios y la enfermedad transcurrió de manera muy agresiva.
“Requirió torre de oxígeno de alto flujo, tratamiento con tocilizumab y durante la fase inflamatoria de la enfermedad, que es la tormenta de citocinas, estuvo a punto de ser intubado, afortunadamente tuvo una evolución satisfactoria”, dijo la doctora.
Hugo recuerda que permaneció muchos días inmóvil, boca abajo, tenía el cuerpo entumido, le daban calambres en las piernas y no sabía si era día o noche, perdió la noción del tiempo y solo en ocasiones reconocía la voz de los trabajadores que le leían cartas y le llevaban fotos de sus hijos; se las ponían enfrente para que las pudiera ver.
Por el tipo de oxígeno que le pusieron debía permanecer con la boca abierta. Aprendió que debía mantener la calma y aprovechó el tiempo en hacer oración.
Don Mario, quien también estaba internado, todos los días pedía a los camilleros que lo ayudaran a sentarse en una silla de ruedas y lo llevaran a la cama de su hijo, ahí le decía que se esforzara por salir adelante y pedía a Dios que lo curara.
“Cuando me dijeron que mi papá había egresado me sentí muy feliz porque al menos uno de los dos estaría afuera ayudando a mi esposa, mi hermana y mi mamá, creo que esa parte, más las cartas y las fotos de mis hijos fueron esenciales para salir adelante”, contó Hugo.
“Quería ver a mis hijos”, dijo con la voz entrecortada por las lágrimas.
“Estoy convencido de que el CAT del Seguro Social es el mejor lugar al que puedes ir para atenderte de COVID-19. Agarré confianza de la capacidad de los médicos que tiene ahí, los equipos y la forma en la que me atendieron. Son gente experta y son muy profesionales. Es algo increíble y yo estoy muy agradecido”, abundó.
Don Mario reflexiona sobre la enfermedad: “¿Que habría sido de las tres mujeres que son parte de mi familia y de mis nietos, sí mi hijo o yo no estuviéramos aquí. Las personas que piensen que no les puede dar el COVID-19 están equivocadas y sufrir esta experiencia, no solo en la parte física, sino también en la cuestión emocional es muy duro”.
“Yo le pediría a la gente que se cuide y les diría que el amor y la unidad en la familia es más importante que cualquier evento social”, expuso.
La directora del CAT, Mayela González Núñez, reiteró el llamado a extremar los cuidados. “El COVID-19 no se ha ido. La emergencia sanitaria continúa y todos los días recibimos pacientes en este centro hospitalario, es necesario continuar con el uso de cubrebocas, sana distancia e higiene de manos”, concluyó.