La urticaria crónica, una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, se caracteriza por la aparición persistente de ronchas con picazón durante más de seis semanas. Esta afección, que puede interferir significativamente en el sueño y las actividades diarias de quienes la padecen, suele tener una causa desconocida, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento.

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Los síntomas de la urticaria crónica incluyen:

• Cúmulos de ronchas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
• Cambios en el tamaño y la forma de las ronchas.
• Picazón intensa que puede ser muy molesta.
• Hinchazón dolorosa alrededor de los ojos, las mejillas o los labios (angioedema) en algunos casos.

Factores como el calor, el ejercicio o el estrés pueden desencadenar estos síntomas, que pueden persistir durante meses o incluso años.

Si bien la urticaria crónica no implica un riesgo inmediato de anafilaxia, es importante buscar atención médica si los síntomas son intensos o duran más de unos pocos días.

El manejo de la urticaria crónica se basa en:

• Identificar y evitar los desencadenantes conocidos.
• Utilizar antihistamínicos para aliviar la picazón.
• En algunos casos, se pueden recetar otros medicamentos o terapias.

Para reducir la probabilidad de experimentar urticaria o angioedema, se recomienda:

• Evitar los desencadenantes conocidos.
• Tomar precauciones como bañarse y cambiarse de ropa después de la exposición a sustancias irritantes.

La urticaria crónica puede ser una afección debilitante, pero con el tratamiento adecuado y el manejo de los desencadenantes, es posible mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

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Es importante recordar que la información proporcionada en este artículo no sustituye la consulta médica profesional. Si experimenta síntomas de urticaria crónica, es fundamental que acuda a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.