Desde el inicio de la actual temporada invernal se han registrado a nivel estatal un total 229 casos confirmados de influenza estacional, de los cuales siete resultaron ser de consecuencias fatales, según lo dio a conocer la Secretaría de Salud del Gobierno de Coahuila.
Dicha cifra reportada en datos estadísticos oficiales con corte hasta el pasado de febrero, establece un incremento importante en la incidencia si se considera que durante el invierno anterior se confirmaron solamente 30 casos de la enfermedad y se atribuyeron a la misma cuatro lamentables decesos.
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Llama la atención que la totalidad de los 229 casos que se han confirmado en esta ocasión dentro del territorio coahuilense se presentaron en solamente 12 de los 38 municipios de la entidad, donde Torreón aparece como el de mayor incidencia con un total de 83, uno de ellos fatal, seguido por Saltillo con 70, en este caso sin una sola defunción.
El registro estadístico muestra también que durante la temporada invernal 2018-2019 se confirmaron 382, es decir la mayor cantidad anual de casos de influenza estacional que se ha dado durante el período comprendido entre 2015 y 2013, cuando hubo 15 fallecimientos.
En tanto, el número más alto de decesos asociados a este padecimiento es el que se reportó en el 2018 con 40.
Como ya se ha informado, la influenza o gripe estacional es una enfermedad que suele manifestarse con síntomas tales como fiebre súbita, tos seca, dolor muscular, así como en articulaciones cabeza y garganta, además de un malestar general y secreción nasal abundante.
En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en el plazo de una semana sin mayores consecuencias, pero eventualmente pueden llegar a desarrollarse complicaciones que la pueden convertir en una enfermedad grave y en casos extremos de consecuencias mortales, sobre todo en los grupos de la población identificados como de alto riesgo, entre ellos adultos mayores y personas con padecimientos crónico-degenerativos.
El aseo frecuente de manos, el uso de desinfectantes a base de alcohol, la sana distancia y procurar cubrirse la boca antes de toser o estornudar, son algunas de las principales medidas que favorecen la prevención de la influenza.