Saltillo, Coahuila. – “Padre nuestro que estas en los cielos...” era lo que Edgar murmuraba mientras acuchillaba a su madre. En su mente ella era un demonio que lo quería poseer, alucinación que sufrió tras un ataque de esquizofrenia, trastorno mental que lo hizo cometer un acto atroz: asesinar a quien le dio la vida.
Eran las 8 de la mañana cuando de la casa marcada con el 1327 de la calle De La Fuente se escucharon gritos, una pelea se llevaba a cabo en el interior, Edgar había sufrido un ataque de esquizofrenia, padecimiento con el que tenía lidiando tres años y que, hasta la mañana del 19 de octubre del año pasado, había podido controlar con medicamos que le recetaron en el Centro de Salud Mental (CESAME) de la ciudad de Saltillo, pero esa mañana sufrió una crisis, que terminó en tragedia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, la esquizofrenia se define como una alteración en el funcionamiento cerebral, es decir, un trastorno de salud mental, considerado como uno de los más graves, ya que quien la padece puede sufrir delirios y alucinaciones, creándose una realidad alterna que ellos perciben como verdadera, como en el caso de Edgar.
Así que, para las personas con este trastorno mental, una atención medica de calidad es imprescindible, al igual que para las personas otro tipo de trastornos mentales como el estrés, la ansiedad o la depresión, sin embargo, durante el 2020 el Gobierno Federal recortó los recursos que destinaba a la salud mental a varios Estados, incluido Coahuila.
Durante el 2020, se sumaron mil 91 casos por cada 100 mil habitantes, hechos que se pueden atribuir al confinamiento por la pandemia de Covid-19.
Durante el año pasado la Organización Mundial de la Salud declaró que el miedo, la preocupación y el estrés son respuestas normales a amenazas reales o percibidas ante un contexto de incertidumbre. Actualmente, aunado al temor de contagio, los cambios en la dinámica social, en el entorno laboral y escolar impactan en los determinantes sociales y ambientales de la salud mental.
El aislamiento físico podría aumentar los niveles de soledad, depresión, consumo nocivo de sustancias y autolesiones. La crisis económica ha significado la pérdida del empleo para 1 millón 025 mil 194 personas, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social y, desde la perspectiva de género, el confinamiento ha ocasionado un aumento en la carga de trabajo de las mujeres por las actividades del hogar y laborales, así como riesgo de padecer violencia, lo que también influye
Pese a estas advertencias y a la necesidad que existe para que la ciudadanía reciba atención para los posibles casos de personas con algún padecimiento o trastorno mental este año el Gobierno Federal no destinó recursos para dar atención a la Salud Mental.
En el Estado se cuenta con tres instituciones especializadas en dar atención a pacientes mentales, una en Saltillo, una en Torreón y una más en Parras de la Fuente, que operan con recursos Estatales para dar atención a decenas de pacientes.
El Centro de Salud Mental (CESAME) de Saltillo atiende a pacientes agudos, además se coordina con la Fiscalía General del Estado para hacer las pruebas pertinentes para saber si una persona que comete algún ilícito, que se presuma que tiene algún padecimiento mental, en realidad lo tiene y si es inimputable o no.
En tanto en el Torreón solo es una clínica de consulta externa en donde se podría diagnosticar si alguna persona tiene algún trastorno mental, para poder darle un tratamiento.
En tanto el Municipio de Piedras Negras se encuentran el único centro en el Estado para pacientes crónicos, por lo que personas que comenten algún delito, como en el caso de Edgar, que resultó ser inimputable por su trastorno mental, son internados en dicho centro.
Así que ante la falta de presupuestos por parte del Gobierno Federal para la Salud Mental el Gobierno Estatal y los Gobiernos Municipales buscan la manera de dar atención a la población por medio de los DIF Municipales que cuentan con áreas de atención psicológica y tanatología para el público general.
Aunado a eso diferentes instituciones educativas, como el departamento de psicología de la UA de C y otras organizaciones de la Sociedad Civil se han sumado para dar atención a la ciudadanía que requiera atención mental, sobre todo después del confinamiento para que no se presenten casos como el de Edgar, o bien que sigan en aumento las cifras de suicidio.