Los casos de Covid-19 que se dan en estos momentos no representan una alerta para Coahuila ni para el país porque son aislados, por lo que si la UNAM está pidiendo el uso de cubre bocas a sus alumnos es “solo un recordatorio para que no bajemos la guardia en la contención de esta enfermedad”.
Así lo señaló Luis Alfonso Carrillo González, quien además destacó que las secuelas de quienes padecieron esta enfermedad se ven en el crecimiento de un 30% de las enfermedades cardiovasculares entre los trabajadores del municipio y los demás afiliados a su servicio médico que son 11 mil 800.
El director de salud Pública de Saltillo descartó que se regrese en estos momentos al uso del cubre bocas porque no ha habido picos de Covid como los tenidos durante la pandemia.
Pero si recomendó su uso en lugares cerrado y muy concurridos, entre las personas con alguna enfermedad respiratoria, mientras que a quienes se diagnostique con este padecimiento se deben de guardar entre tres y cinco días.
En cuanto a los problemas cardiacos, explicó que se encontró una franca relación entre quienes tuvieron Covid con los problemas del corazón.
“Se ha descrito que el virus del Covid se aloja en el corazón y que con el paso de los años va causando daños, esto después de dos o tres años de haber tenido la enfermedad”, agregó.
Mencionó que antes de la pandemia los pacientes y beneficiarios de los servicios de salud del municipio se tenía tres o cuatro casos que requerían cateterismo cardiaco debido a una alta sospecha de insuficiencia del corazón o de circulación.
El incremento se ve con el número de cateterismos que se incrementaron en un 30% entre los trabajadores y beneficiarios del ayuntamiento.
Al expresar que no tiene una cifra exacta de trabajadores de municipio con problemas cardiovasculares, pero si hay alrededor de unos 3 mil 500 padecen alguna enfermedad crónica degenerativa.
De esta cantidad el 40% de los mismos tienen dos o más comorbilidades, como diabetes, sobre peso y presión alta.