Torreón, Coahuila.- Este miércoles 2 de marzo se registró una fuga de trióxido de azufre de una planta de Peñoles en esta ciudad. Personal de la misma empresa pudo solucionar rápidamente el problema, evitando así cualquier posible consecuencia; sin embargo, la exhalación causó alarma y pánico entre laguneros.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, así como un comunicado de la misma corporación, el siniestro ocurrió a las 10:20 horas y de inmediato circuló contenido en redes sociales que daba muestra de la gran cantidad de “vapor” que se emitía desde el interior de Peñoles.
A pesar de que usuarios en redes sociales hicieron un llamado generalizado a los laguneros, sobre todo los más próximos a la empresa, a resguardarse y protegerse de ese humo blanco, la metalúrgica aseguró de manera categórica que este hecho no provocó “afectaciones mayores a vecinos ni colaboradores”.
Sin embargo, la duda que se formó al respecto fue ¿qué es el trióxido de azufre? y si en realidad representa o no un riesgo para la salud.
EL TRIÓXIDO DE AZUFRE, SUSTANCIA POSIBLEMENTE PELIGROSA PARA LA SALUD
De acuerdo con información del Departamento de Salud de Nueva Jersey (NJ Health), el trióxido de azufre “es un sólido cristalino (como la arena), incoloro a blanco que también puede existir en forma gaseosa o líquida. Se utiliza principalmente como agente sulfatante en la fabricación de detergentes, como desinfectante y conservante, y en la fabricación de baterías y textiles”.
Para empezar a enlistar los cuidados que se deben de tener sobre el trióxido de azufre, el NJ Health destaca que es un carcinógeno humano, por lo que “puede que no exista un nivel seguro de exposición a un carcinógeno y, por consiguiente, todo contacto debe reducirse al mínimo nivel posible”.
Además de lo anterior, el trióxido de azufre es corrosivo, por lo que puede producir graves irritaciones y quemaduras en la piel y daño ocular; asimismo, su inhalación provoca la irritación de la nariz, garganta y hasta los pulmones, pudiendo causar hasta un edema pulmonar, “lo que constituye una emergencia médica caracterizada por acumulación de líquido en los pulmones”.
A pesar de lo anterior, este compuesto puede trabajarse; sin embargo, es importante que quienes lo hagan cuenten con la información y capacitación sobre los riesgos, así como contar con lavaojos y duchas de emergencia y tener a la mano controles de ingeniería para conocer si las concentraciones de este compuesto exceden los niveles de exposición recomendados: 0.2 mg/m3 durante 8 horas, requisitos con los que se cumplen en Peñoles.
Sin embargo, hay que destacar que las características del trióxido de azufre conllevan que este figure tanto en la Lista de sustancias peligrosas del Derecho a Saber como a la Lista de Sustancias Extremadamente Peligrosas para la Salud.
PROTOCOLO DE EMERGENCIA CONTRA FUGA DE TRIÓXIDO DE AZUFRE
En caso de presentarse un derrame o fuga de trióxido de azufre, el Departamento de Salud de Nueva Jersey sugiere aplicar la norma de manejo de desechos peligrosos y respuesta de emergencia de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), que consiste en:
- Evacuar al personal
- Eliminar fuentes de ignición
- Cubrir el material con piedra caliza, cenizas de sosa o cal
- Recoger el material de manera conveniente y segura
- No usar agua o ningún método húmedo
- Ventilar y lavar el área
- Evitar la eliminación de la fuga al alcantarillado a los derrames por riesgo de explosión y
- Contener y eliminar el trióxido de azufre como desecho peligroso.
Es importante señalar que Peñoles cuenta con protocolos bien establecidos para trabajar el trióxido de azufre y además resaltar que, desde su postura, la fuga de este miércoles 2 de marzo en Torreón no representó ningún riesgo para nadie.