La vacuna contra el VIH que desarrolla la farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) demostró no ser efectiva en una fase de estudio intermedia en mujeres jóvenes de África subsahariana que por sus condiciones tienen grandes riesgos de infectarse.
Fue ayer martes 31 de agosto que la compañía y las autoridades sanitarias de Estados Unidos dieron a conocer que si bien el fármaco no tiene efectos secundarios graves, su efectividad apenas alcanzó un 25 por ciento (%).
Lo anterior pudo conocerse tras los primeros resultados del ensayo “Imbokodo”, el cual inició en 2017 e incluyó a 2 mil 600 mujeres de entre 18 y 35 años en Malawi, Mozambique, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe, región del mundo en la que se reportaron el 63 % de las infecciones del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en 2020.
Del total de participantes, algunas recibieron la vacuna y otras el placebo, de las cuales 51 y 63, respectivamente, contrajeron el VIH, por lo que se determinó que la vacuna funciona en un 25.2 %.
Paul Stoffels, director científico de J&J, y Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, estuvieron de acuerdo en que si bien es decepcionante que la vacuna candidata no proporcionara suficiente protección, el estudio aporta hallazgos importantes para continuar en la busca de una que sí sea eficiente.
A pesar del “fracaso” de la vacuna en África subsahariana, el estudio continúa con el mismo biológico en América y Europa, donde se aplicó el placebo y el fármaco a hombres que tienen relaciones con otros hombres o individuos transgénero.
La vacuna contra el VIH que desarrolla la farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) demostró no ser efectiva en diversos países africanos; sin embargo, a o largo del tiempo se han logrado avances para el tratamiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el cual anteriormente era casi una sentencia de muerte.