Cada 30 de septiembre, se conmemora a uno de los personajes más relevantes para la iglesia Católica: San Jerónimo, considerado como el más célebre traductor de la Biblia en toda la historia, además de responsable de La Vulgata. ¿Quién es y cuáles fueron sus aportaciones al catolicismo?
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¿Qué hizo San Jerónimo? Patrono de los traductores
La principal obra de San Jerónimo fue la traducción de la Biblia al latín, conocida como la Vulgata. En una época en la que el latín era la lengua franca del Imperio Romano, Jerónimo emprendió la titánica tarea de traducir los textos sagrados del hebreo y el griego al latín, con el objetivo de hacerlos accesibles a un público más amplio.
Su profundo conocimiento de las lenguas originales, su dedicación y su amor por las Escrituras lo convirtieron en el traductor ideal para esta empresa. La Vulgata se convirtió en la versión oficial de la Biblia para la Iglesia Católica durante más de un milenio y sigue siendo una referencia fundamental en el estudio de la Biblia.
San Jerónimo expresaba su amor por la Biblia con estas hermosas palabras: "Ama la sagrada Escritura, y la sabiduría te amará; ámala tiernamente, y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias". Su devoción por la Palabra de Dios lo llevó a retirarse a Belén, donde se dedicó al estudio y a la traducción de los textos sagrados.
El legado de San Jerónimo trasciende los límites del tiempo. Su traducción de la Biblia ha sido una fuente inagotable de inspiración y conocimiento para millones de cristianos a lo largo de los siglos. Además, su trabajo como exégeta y comentarista bíblico ha enriquecido nuestra comprensión de las Escrituras.
Septiembre, el mes de la Biblia según la iglesia católica
En honor a San Jerónimo, la Iglesia Católica dedica el mes de septiembre a promover el estudio y la reflexión sobre la Biblia. El Papa Benedicto XVI subrayó la importancia de la Palabra de Dios al afirmar: "En la palabra de Dios recibimos la eternidad, la vida eterna".