Muchas formaciones hechas por la naturaleza llevan consigo cierto grado de misterio. Con las cuevas sucede mucho esto, pues luego de pasar el umbral de la entrada pareciera que entramos a un mundo completamente nuevo. En Durango existe una cueva llena de misterios. Te contamos sobre cueva colorada de Durango y su secreto enterrado.
Cuevas en México hay muchas, como las del tabaco o la de los murciélagos en Parras de la Fuente, pero si una sobresale es la conocida como Cueva colorada en Durango, pues su leyenda perdura hasta el día de hoy.
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La Cueva Colorada en Durango
Actualmente, la cueva sigue siendo de interés para los exploradores. Para entender esto hay que remontarnos a una vieja historia, la cual es tan antigua que el año se terminó perdiendo en el camino. Esto no evita que los locales mantengan su leyenda viva.
Se dice que hace muchos años, unos buscadores de tesoros fueron específicamente para encontrar la fortuna que esta cueva esconde. Para ello se metieron en distintas cuevas que iban encontrando, siempre con la idea de cumplir su cometido, pues la historia versa que hace muchos años existían civilizaciones que pudieron haber dejado ahí abandonadas sus riquezas.
El grupo que se aventuró se adentró en las cuevas, en algún punto uno de los jóvenes se separó del resto y siendo guiado por su curiosidad entró a investigar una pequeña cueva donde terminó por perderse. Por supuesto, pensó que estaría ahí para siempre y moriría. Sin embargo, pasó lo impensable: se encontró a un ser humano dentro. Un hombre que parecía trabajar ahí dentro por algún motivo.
En ese momento no reflexionó demasiado, se puso feliz de haber visto a una persona. Le explicó su situación y el hombre le dijo que le ayudaría a salir, indicándole el camino. Todo parecía tendría un final feliz.
Mientras caminaban juntos, el hombre le contó que en el interior de aquella cueva existía una gran fortuna, por su puesto esto atrajo la atención del chico y salir a la superficie encontró a sus amigos, con quienes se reunió y contó sobre la fortuna.
Del trabajador que lo acompañó nada más se supo, pues se desvaneció como por arte de magia, haciendo imposible pensar que encontró a alguien ahí. Y además, que él indicó que había una fortuna. A través de los años, algunas personas piensan que puede haber algo de cierto en esta historia. Por lo que cada cierto tiempo, se les puede ver a cazafortunas buscando en las distintas cuevas de Durango.