Torreón, Coahuila.- Por medio de redes sociales, Alejandro Hernández, ya un adulto, busca dar con las personas que lo “depositaron en manos extrañas para luego salir huyendo”.
Con cuentas de Facebook e Instagram y hasta un video en YouTube es como Alejandro comparte un sinfín de fotografías de cuando era niño, otras de cuando era adolescente y unas cuántas más de la actualidad para encontrar sus papás.
Él era un bebé aún y no recuerda nada de lo acontecido; sin embargo, según lo que ha podido descubrir sucedió en 1983, hace 37 años, cuando tenía un año y 3 meses, en la estación de ferrocarriles en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
En esa fecha, sin saber qué día exactamente, pudo haber sido abandonado, pero las autoridades regiomontanas se encargaron de resguardarlo y darlo en adopción. Hoy, pese a llevar una buena vida, busca dar con su familia biológica pues cree que uno de los motivos por los que pudo quedar en la orfandad es que fue robado y no abandonado.
Alejandro contó en redes que se ha hecho diversos estudios de ADN para resolver y disipar posibles parentescos; sin embargo ninguno ha resultado a su favor y las preguntas siguen en el aire: ¿qué sucedió?, ¿de dónde vengo?
No obstante, esos mismos estudios le han permitido saber que muy probablemente sus orígenes son de Chihuahua. A pesar de eso no se descarta ningún sitio del norte del país.
Alejandro no pasa por alto ni una pista, en cartas les ha dicho que ellos siempre serán los abuelos de sus hijos y no descansará hasta encontrarlos.
En caso de cualquier información se le puede contactar en sus redes sociales o llamándolo al 812-029-2149.