Nunca es tarde para sanar a nuestro niño interior y curar heridas de la infancia, un claro ejemplo de esto es la mujer que recibió a sus 68 años una muñeca con la que soñaba desde que era niña.
El video fue publicado por Gilberht Velasco en su cuenta de TikTok para compartir un poco de la infancia de su mamá, la cual estuvo llena de carencias económicas que impidieron que sus padres pudieran regalarle una muñeca.
Lo enternecedor de esta historia es que cuando la señora era pequeña tenía muy presente que no había dinero y por eso recortaba la muñeca que aparecía en el empaque de sopa de pasta que había en su casa. Con esa muñeca recortada se ponía a jugar imaginando que era una de verdad.
El hijo, tras conocer la historia de su mamá, la sorprendió con una muñeca de tela inspirada en la del empaque de sopas “La Muñeca”. Este acto de amor provocó lágrimas en los ojos de la mujer, quien abrazó la muñeca y se mostró sorprendida y agradecida con el regalo de su hijo en todo momento.
Los comentarios que adornan este video en redes aplauden el detalle que el hijo tuvo con su madre y crean empatía, pues muchos de los usuarios aprovecharon esta plataforma para compartir que en su infancia también desearon tener cierto juguete y por alguna razón jamás lo recibieron.
¿Cómo sanar nuestro niño interior?
Las experiencias de nuestra infancia, tanto buenas como malas se quedan grabadas en nuestra alma y nos forman más adelante como adultos. De ellas depende en gran medida quiénes somos y cómo actuamos hacia los demás, sin embargo, está en nosotros la decisión de retomar un mal momento y analizarlo para transformarlo en algo positivo.
Algunos consejos para curar heridas de la infancia son volver a conectar con lo que te gustaba hacer, con los sueños que tenías y lo que te causaba curiosidad.
Con el paso del tiempo es normal que vayamos olvidando quiénes éramos, pero nunca es tarde para regresar y volver a sentirnos niños, aunque sea por un momento.
Muchas personas han comprobado que comprar en la adultez un juguete que querían de niños les ha ayudado a no relacionar aquel recuerdo con algo triste sino con algo positivo que es haberlo comprado ellos mismos para su niño interior.
Nota originalmente publicada en: El Occidental