En punto del mediodía, la médium Alejandra Guisado entró aparentemente en trance, cerró sus ojos y, guiada por Alfonso Cortes, Dios habló a través de ella, respondió con susurros las preguntas de seis asistentes sobre su vida futura y los orientó acerca de su situación personal.
Todo fue parte de la Conferencia Internacional de Crecimiento Espiritual, efectuada en un hotel de Paseo de la Reforma, donde hubo pocos asistentes, pero entre quienes estuvieron un descendiente directo de Adán y Eva y la encarnación del Arcángel Uriel.
Antes de iniciar la plática, el ponente advirtió a los presentes que por lo que escucharían se rasgarían vestiduras y romperían dogmas, pero que Dios le dio a cada uno libre albedrío, que podían creerlo o no, tampoco tenía que ver con la religión y remató con una precisión de que no iban a engañar.
A pesar de la escasísima concurrencia, Alfonso Cortés calificó la plática de todo un éxito y en su cuenta de facebook, afirmó, el lunes 22 de octubre, que en México se sembró la “primera semillita”.
En la misma red social, dio a conocer que en una de las terapias de regresión entró en contacto con la primera esposa de Albert Einstein, cuyo nombre es Mileva Maric, quien le aseguró que ella fue quien hizo todos los descubrimientos que después su marido presentó como propios, por los cuales le dieron el Premio Nobel.
CURACIONES
El día de su presentación en la Ciudad de México, Alejandra Guisado y Alfonso Cortés afirmaron a sus oyentes que sus males actuales serían curados con terapias de regresión, pues muchos de esos padecimientos tenían sus orígenes en vidas pasadas.
En todo momento, afirmaron que las enseñanzas que impartirían esa mañana les fueron transmitidas directamente por Dios, quien también les dio los dones, entre ellos el de la sanación a través de la imposición de las manos.
De acuerdo a las enseñanzas divinas, de las que dan cuenta en dos libros titulados Revelaciones de Dios, asesinar o robar no es pecado, sino parte de un aprendizaje del ser humano.
Así, el creador les habló a seis personas a quienes aconsejó, mencionó sus dones, dio a conocer los nombres de sus guías espirituales, les pidió orar para superar sus problemas y les recomendó someterse a un tratamiento con el maestro Alfonso Cortés.
El conferenciante reconoció que en las sesiones se corre el riesgo de entrar en contacto con espíritus chocarreros, que se hacen pasar por los seres de luz y juegan malas pasadas, por eso aseguró que tiene un password con Dios y es “amor y espiritualidad”.
Entonces, sentó a Alejandra Guisado, le hizo un proceso para que se relajara y ella cerró sus ojos grandes, mientras que sus labios afirmaron que veía una luz brillante, que no era otra cosa que Dios, a quien le pidió ¿me permites preguntarte Padre-Dios?
Rodeados de un silencio absoluto, Alfonso Cortés pronunció la clave para comunicarse con el creador, siempre a través de Alejandra Guisado, quien no registró ninguna alteración, como poner los ojos en blanco o sudar; simplemente contestó serenamente las interrogantes de los asistentes con susurros, todo ello grabado por su mentor.
Por ejemplo, a Lorena “N” le dijo que tenía un bloqueo en su vida, aclaró que no era víctima de brujería, pero si le tenían envidia y le transmitían mala energía, por lo que le sugirió orar y protegerte “mi hijo (Alfonso Cortés) te dirá cómo”.
En su oportunidad, Marcela “N” acudió con los colombianos adolorida por la enfermedad de una de sus hijas y a quien le aseguraron que se curaría tras un largo proceso; le informaron que sus dones son el perdón y la comprensión y con preparación puede hacer terapia.
Ana “N” fue otra de las personas que acudió a consultar a Dios, quien, a través de Alejandra, le afirmó que sus problemas familiares se superarían, que tenía todos los dones y que su guía era el Arcángel San Miguel.
Sin embargo, en ese momento no efectuaron ninguna curación, no hicieron regresiones, ni impusieron sus manos a los presentes, todo ello lo harían, anunciaron, en la semana antes de regresar a su lugar de residencia, en el poblado de Alcalá, Valle de Cauca, Colombia
REVELACIONES
Tras mostrar el don que Dios les entregó, Alfonso Cortés procedió a difundir una parte de las revelaciones que le fueron transmitidas a través de Alejandra entre 2012 y 2016, las cuales quedaron escritas en los dos libros mencionados.
En primer lugar, aseguró que el creador vino a enseñar amor, servicio y perdón y que escribió a mano directamente la Biblia, cuyo texto original fue escamoteado por los poderosos de entonces y cambiado por el libro que todos conocemos actualmente.
De la creación del mundo, informó que Dios puso una celulita en la luz, la cual creció con el paso del tiempo y luego encargó a los querubines, seres luminosos, ordenar el universo, que está integrado por mil galaxias, 800 sistemas y en 600 de sus planetas hay vida humana.
Afirmó que la descendencia de Adán y Eva fue de 40 mujeres y 30 hombres, que tenían 593 años cuando murieron, y en la tierra, para su fallecimiento, ya había mil habitantes. “En las regresiones que hice en Medellín descubrí la reencarnación de Eva, a Adán no lo he podido encontrar”, aseguró Alfonso Cortés.
Otra enseñanza divina es que cada vida del ser humano es un escalón espiritual hasta que se gradúa como ángel y se convierte en guía espiritual de una persona.
Debido a que todo mundo está en un proceso de aprendizaje, uno escoge si quiere ser hombre o mujer para cumplir su misión, si quiere ser asesino o prostituta y elige incluso su forma de morir, todo ello forma parte de la enseñanza y no hay pecados.
“Maduro, es un ser de luz, porque les enseña el don de la fortaleza a los venezolanos”, aseguró casi al final de una plática.
RECUADRO
Alfonso Cortés es un hombre delgado, de cabello cano, ojos pequeños y voz es aguda.
De acuerdo con la página electrónica, revelaciones de dios, de la que se presenta como autor material, nació en Medellín, Colombia, en 1945 y radica actualmente en Valle de Cauca. Se graduó en Administración de Negocios en la Universidad Eafit, ejerció su profesión en Bancolombia, Uconal, Corfinsura, y Protección S.A., donde se jubiló para, desde 2012, dedicarse a hacer terapias de sanación con regresiones, “sin ánimo de lucro, con el fin de ayudar a las personas a sanar y a superar miedos, traumas, y enfermedades del cuerpo y espíritu”.
Está casado con Marleny Preciado, quien es el espíritu de la Virgen María, y sus hijos son Alexander y Natacha
Alejandra Guisado, la médium, nació el 27 de abril de 1994 en el seno de una familia muy humilde, estudió Derecho en la Universidad de Medellín, Colombia.
Su don se le manifestó durante una regresión que le hizo Alfonso Cortés en enero 2012, cuando “nuestro Padre-Dios le dio a conocer que había sido dotada con el don de la comunicación con nuestro Padre-Dios y a mí me dijo que cada vez que yo me quisiera comunicar con él, lo hiciera a través de Alejandra”, aseguró el conferenciante.
De Alfonso Cortés y Alejandra Guisado no hay rastros en la prensa de ese país sudamericano, pero en una entrevista la médium, alta, joven, de complexión robusta y facciones agradables, respondió algunas interrogantes.
Contestó que a pesar del don de servir de medio de comunicación de Dios con los seres humanos lleva una vida normal y descartó que alguien haya querido burlarse de ella o engañarla.
Se le preguntó ¿sufres con esta situación? A lo que respondió categóricamente No, al principio sí fue un cambio muy grande, me daba susto y todo, pero ya no.
Agregó que no ha sido difícil, “porque es lo que a mí me gusta”.
Serena en todo momento, expresó que en ocasiones se acuerda de lo que les dice a las personas que le preguntan, por su medio, cosas a Dios con quien, recalcó, tiene comunicación directa.
La canalización con Dios de ambos personajes inició el 19 de marzo 2012, cuando Alfonso Cortés, a través de Alejandra, recibió del creador sus lecciones y en uno de los trances descubrió que es la encarnación del Arcángel Uriel y ella tenía como guía espiritual al Arcángel San Gabriel.
Los dos son los protagonistas de la sesión, a la que sus organizadores calificaron de filantrópica, y es la primera vez que salen de Colombia para imponer sus manos a fin de sanar las enfermedades, leer las cartas y hacer regresiones espirituales, todo lo cual por una cuota.
