En redes sociales se viralizó el momento en el que una mujer en Gómez Palacio se sale con la suya y evita pagar una cuenta de miles de pesos en un restaurante de mariscos.
Fue en Facebook que una usuaria identificada como Marttha Cuellar compartió un par de clips en el que se observa la discusión de la ahora llamada #LadyComeGratis con la empleada del negocio llamado “Los Aguachiles”.
De acuerdo con el relato de la usuaria, cuando llegó la hora de pagar la cuenta de la mujer y sus 17 acompañantes esta superaba los dos mil 800 pesos, es decir, unos 165 pesos por persona sin contar propina.
Al enterarse del monto total a pagar, la mujer acudió directamente con una de las trabajadoras del restaurante ‘mar y tierra’ y aseguró que no pagaría lo correspondiente porque un platillo le había sido entregado crudo.
El leve confrontamiento, durante el cual, señala Marttha, ningún trabajador fue grosero, terminó con la mujer “haciendo de las suyas” y librándose de pagar los casi tres mil pesos, es decir, ni una sola bebida o comida, ni qué hablar del servicio.
Su retirada fue posible gracias a que presuntamente la “señorita de verde” aceptó pagar la cuenta con su dinero, lo que desató aún más la furia de los cibernautas.
En redes sociales se viralizó el momento en el que una mujer en Gómez Palacio se sale con la suya y evita pagar una cuenta de miles de pesos en un restaurante de mariscos.
Fue en Facebook que una usuaria identificada como Marttha Cuellar compartió un par de clips en el que se observa la discusión de la ahora llamada #LadyComeGratis con la empleada del negocio llamado “Los Aguachiles”.
De acuerdo con el relato de la usuaria, cuando llegó la hora de pagar la cuenta de la mujer y sus 17 acompañantes esta superaba los dos mil 800 pesos, es decir, unos 165 pesos por persona sin contar propina.
Al enterarse del monto total a pagar, la mujer acudió directamente con una de las trabajadoras del restaurante ‘mar y tierra’ y aseguró que no pagaría lo correspondiente porque un platillo le había sido entregado crudo.
El leve confrontamiento, durante el cual, señala Marttha, ningún trabajador fue grosero, terminó con la mujer “haciendo de las suyas” y librándose de pagar los casi tres mil pesos, es decir, ni una sola bebida o comida, ni qué hablar del servicio.
Su retirada fue posible gracias a que presuntamente la “señorita de verde” aceptó pagar la cuenta con su dinero, lo que desató aún más la furia de los cibernautas.
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