Mujer afirma que no bañarse por semanas es lo mejor: ¿de qué trata la nueva tendencia 'No Poo'?

Jessy Muller reveló que ha dejado de bañarse por hasta 6 semanas y que es la mejor decisión su vida

Fernando Escobar | El Sol de La Laguna

  · miércoles 17 de enero de 2024

Jessy Muller reveló que ha dejado de bañarse por hasta 6 semanas y que es la mejor decisión su vida. / Foto: Captura de pantalla TikTok

En el cambiante mundo de las tendencias en redes sociales, surge una práctica que lleva al extremo la moda de minimizar el uso de productos de higiene personal. Jessy Muller, una mujer estadounidense, ha generado controversia al revelar que ha dejado de bañarse por hasta 6 semanas, argumentando que esta decisión ha mejorado significativamente su vida.

El hábito de bañarse diariamente es casi una norma social en México, pero Jessy Muller ha decidido desafiar esta convención al adoptar la práctica conocida como 'No Poo', que aboga por reducir el uso de productos de cuidado capilar para preservar la salud del cuero cabelludo y minimizar la contaminación ambiental.

Jessy, quien actualmente vive en una furgoneta, compartió su experiencia al dejar de bañarse tan frecuentemente. La situación comenzó cuando el sistema de agua de su vehículo falló, lo que la llevó a postergar sus baños, comenzando por el cabello para ahorrar tiempo.

Según Muller, esta decisión no solo le ha quitado una gran preocupación de encima, sino que también ha transformado la forma en que disfruta de sus duchas. "Me mantengo limpia utilizando métodos alternativos y de vez en cuando me doy el lujo de darme una ducha caliente, larga y adecuada", comentó.

Aunque la 'No Poo' ha ganado seguidores por sus supuestos beneficios para el cuero cabelludo y el medio ambiente, las opiniones están divididas. Mientras algunos internautas expresan su preocupación por la higiene diaria, otros apoyan la decisión de Jessy y argumentan que la frecuencia diaria de duchas es un fenómeno moderno.

El debate en línea refleja la diversidad de opiniones sobre las prácticas de higiene personal, desde aquellos que no pueden imaginar pasar un día sin bañarse hasta quienes respaldan la idea de reducir la frecuencia de las duchas para promover la salud capilar y minimizar el impacto ambiental.

En última instancia, la historia de Jessy Muller destaca cómo las decisiones individuales sobre el cuidado personal pueden desencadenar discusiones sobre prácticas de higiene arraigadas y abrir el diálogo sobre nuevas formas de autocuidado.