La pandemia por Covid 19, que afectó a gran parte del mundo, incentivó los pagos electrónicos y a evitar el contacto físico por lo que actualmente es común hacer transferencias desde la aplicación del banco gracias a su facilidad. Algunas personas aprovechan esto para bromear con el concepto de pago, pensando que no tiene importancia o que solo las partes involucradas lo leerán, sin pensar en que el ‘chiste’ podría encender las alarmas en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y escalar a más.
Los conceptos de pago se crearon originalmente para que los usuarios, y el SAT, puedan identificar y llevar un mejor control de sus gastos. Debido al gran volumen de transferencias que se hacen día a día y a que el SAT está obligado a revisar cada una de estas, los sistemas de monitoreo emplean inteligencias artificiales para detectar palabras clave y alertar en caso de encontrar una anomalía.
Si el sistema detecta un error o algo fuera de lo común en las transferencias podría llamar o citar al titular de la cuenta para que explique de que se trata.
¿Qué escribir o no escribir en el concepto de pago?
Los mensajes que pueden agregarse como concepto pueden ser palabras clave que te ayuden a identificar los pagos. Algunos ejemplos son: Pago colegiatura, cena, renta, restaurante, etc.
Las palabras o mensajes no recomendados son los relacionados con actos ilícitos, ya sea que mencionen armas, drogas o delincuencia, ni siquiera como parte de una broma. Si el concepto levanta sospechas, la institución puede retener la transacción y llamar al titular de la cuenta para aclarar el tema.
Bancos alemanes ‘hartos’ de bromas de sus clientes
En 2018, Stefan Marotzke, portavoz de la Asociación Alemana de Cajas de Ahorro y Giro (DGSV), afirmó que cada vez eran más los clientes que tomaban con poca seriedad los conceptos de pago en sus transferencias, escribiendo cosas como: “Por la cocaína”, “Gracias por el riñón”, o “Plutonio para armas”, lo cual genera a la administración una mayor carga “Indicar un concepto gracioso puede conducir a una mayor carga de trabajo y también a retrasos".
Según la oficina de Aduanas Alemanas y la Fiscalía General de Múnich, es cada vez más habitual este tipo de situaciones, con conceptos “graciosos”, que inician procesos de investigación para comprobar que no se esté llevando acabo un fraude o un negocio ilegal que implique lavado de dinero.