Si bien se les llama de muchas maneras, se estiman más de 200 dependiendo de la región, las tandas son uno de los mecanismos de ahorro más usado a lo largo del mundo, México no es la excepción. Pero ¿de dónde surgió este método? ¿Por qué es tan popular? Te contamos el origen de las tandas.
Según el Banco Mundial, en el año 2017 el 13% de los mexicanos ahorraron utilizando una tanda o mecanismo similar. Las asociaciones de ahorro y crédito rotativo se definen como asociaciones “formadas por un grupo de participantes que acuerdan hacer contribuciones regulares a un fondo que es entregado, completo o en partes, a cada contribuyente de forma rotatoria.” Al no formar parte del sistema bancario regulado, son considerados “informales”, por lo que es difícil conocer con exactitud la magnitud de su presencia en los esquemas de finanzas de los hogares.
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Pese a este impedimento para saber el número real, se estima que más de 60% de los adultos usa algún mecanismo de ahorro informal, entre los que aparecen los préstamos entre pares y otros mecanismos como las tandas.
Origen
Los primeros indicios de este tipo de prácticas son de 1962 en Indonesia, aunque se sabe que existen desde antes en otras partes del mundo con distintos mecanismos pero similares a las tandas.
¿Cómo funcionan las tandas?
Un grupo de personas, usualmente con vínculos cercanos por diversos motivos, acuerdan aportar un monto de ahorro individual al monto grupal, así como la frecuencia de ahorro y contribuciones. Luego se define un orden de recepción del monto total, que puede ser predeterminado o aleatorio. Cada semana, uno de los miembros del grupo recibirá el monto total ahorrado y continuará haciendo sus contribuciones las semanas restantes. Así, todos los miembros del grupo reciben el monto total al menos una vez.
Las tandas ofrecen múltiples beneficios. Al realizarse entre personas vinculadas entre sí, funcionan como un mecanismo de compromiso para estimular el ahorro debido a la presión social que ejercen.
Sin embargo, al ser un mecanismo informal o semiformal, las tandas también presentan desventajas. Por ejemplo, estas dependen completamente de los vínculos de confianza entre los miembros del grupo sin ningún tipo de contrato legal que las respalde en caso de algún problema. Además, si alguien no hace su ahorro a tiempo, todo el grupo se perjudica al no completarse la suma entera.