Hay quienes a pesar de tener un sueldo que podría rendirles lo suficiente lo despilfarran rápidamente; además, cuando intentan realizar cambios en sus hábitos, debido a lo complicado de los mismos, vuelven a caer en los gastos innecesarios.
Para conseguir lo anterior, una de las mejores prácticas podría ser elaborar un presupuesto en el que se consideren los tipos de ingresos que se tienen, si son constantes o no, y de igual forma con los gastos, que además pueden ser necesarios o completamente innecesarios y por lo tanto, habría que eliminarlos.
Lo anterior puede traer grandes beneficios y, además, aprendizajes entre los cuales podrían estar los siguientes de acuerdo con los expertos financieros de Coru:
- Aprender a no gastar más de lo que se gana:
Es importante conocer cuáles son los ingresos con los que se cuenta y en qué momento específico llegan (si es que son constantes) con el fin de no endeudarse más allá de lo que podría ser posible.
- Controlar finanzas no es dejar de disfrutar:
Hacer un presupuesto no tiene que ir de la mano con dejar de invertir en actividades recreativas, sociales, de entretenimiento o en bienes y servicios no esenciales. Cuando se conocen los gastos fijos y variables puede agendarse cuándo y cómo darse un gusto.
- Es importante tomar en cuenta imprevistos:
Es normal que existan imprevistos y si no se toman en cuenta en primera instancia hay que reconocer que estos pueden existir, por lo que no deben ser una razón para desistir y renunciar, ya que los planes financieros pueden ajustarse una y otra vez.
Todo lo anterior podría, con el tiempo, ser benéfico para alcanzar diferentes objetivos como independizarse o conseguir emprender.