Fernández Urban criticó duramente que la clase política estén hoy en día tan involucrados en las decisiones del Tribunal Fiscal que esto haya llegado al límite de que se esté privilegiando la impunidad ante el respeto al Estado de Derecho, leyes, honestidad y reglas que deberían regir los fallos de este último.
Expuso que cuando la SHCP emite un emite una resolución contra un contribuyente, por ejemplo, fincarle un crédito fiscal es decir, un adeudo, una negativa de devolución de impuestos, rechazo de facturas, etc., el afectado tiene la posibilidad de interponer medio de defensa o sea Recurso de Revocación que se tramita ante la propia Secretaria de Hacienda o Juicio de Nulidad ante el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa, teniendo un plazo de 30 días hábiles a partir de la notificación de la afectación, antes de Peña eran 45 días.
Si se opta por el Recurso no se tiene que garantizar el adeudo hasta que se conteste en un lapso de tres meses y en el Juicio de Nulidad es de manera inmediata, si ambos son desfavorables, el contribuyente tiene el Juicio de Amparo como última instancia.
Gracias a la inteligencia suprema del gobierno y legisladores del periodo de Peña Nieto, que los similares de Morena continuaron, ahora los contribuyentes se ven forzados a agotar el Recurso de Revocación en ciertos casos en donde no se permite aportar pruebas en el Juicio de Nulidad y también acotaron las posibilidades del contribuyente al no poder manejar nuevos agravios en el juicio que no fueran establecidos desde el Recurso de Revocación.
Joaquín Guillermo Fernández Urban recomendó que el afectado tenga cuidado y no pierda el tiempo. En estos casos debe ponerse en manos de un especialista fiscal.
El abogado, dio una única e infalible recomendación para poder elegir un despacho que pueda darle solución favorable a su problema fiscal:
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‘¿cómo reconocer un despacho especialista en materia Fiscal? En este caso, puede confiar en un consorcio que exclusivamente atienda asuntos fiscales para tener la garantía de un buen término de cualquiera de estos procesos’, dijo.
También argumentó que las posibilidades de obtener una sentencia favorable solo un especialista se los puede dar y son de acuerdo al tipo de problema y no al de la legalidad.
Y aquí comenzó una dura crítica al sistema:
Corría el año 1997 cuando cursé mi maestría en derecho Fiscal, no recuerdo el nombre de mi profesor de la materia de Procesal Fiscal, pero si recuerdo su teoría del estado de derecho en México con respecto a los juicios fiscales y a continuación parafraseo sus palabras:
“Cuando empecé a litigar existía un estado de conciencia de valores en donde los litigantes obtenían resoluciones favorables en el Recurso de Revocación, la propia autoridad reconocía sus errores y el Estado de Derecho. Pero ahora, cada vez mas se tiene que acudir al Juicio de Nulidad, para obtener justicia y legalidad, pero llegará el día que los políticos ensucien tanto el Tribunal Fiscal, que solo ante el juicio de Amparo se podrá obtener resolución favorable, y si llega el día en que nuestros políticos lleguen al poder Judicial Federal, entonces la gente se va a estar matando en las calles, los secuestros y extorciones serán pan de todos los días, nuestro México será un desastre”.
Querido lector, esto lo escuché en una clase de Derecho en 1997. Hoy es una realidad.
Resolver el problema de México es tan fácil como difícil: Con honestidad y reglas.
Eso lamentablemente, nuestra clase política no lo va a permitir, menos privilegiando como hasta ahora la IMPUNIDAD.