“En cada rincón de México hay una mano amiga CATEM. Somos el sindicalismo que no chinga a los empresarios y que no chinga a los trabajadores”, soltó Pedro Haces Barba a los reporteros en su entrada al teatro Metropolitan que ya rebosaba de euforia.
“Y que vino a cambiar el sindicalismo y dejar las viejas prácticas en el olvido. Los sindicatos viejos ya no caben. Hoy la modernidad solo está en la productividad”, dijo a los comunicadores entre porras de los 2 mil delegados que de toda la República abarrotaron el teatro citadino.
Pedro Haces Barba iba al encuentro de la toma de protesta para su tercer periodo como secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados (CATEM), que contraviniendo las reglas gremiales se las tomó el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna.
Alfredo Domínguez Marrufo, director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, y representante del titular de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, se conformó con dirigir un breve mensaje, aunque, de acuerdo a los cánones laborales, correspondía hacer el acto protocolario.
Arropado por las y los gobernadores de Quintana Roo, Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro y Nayarit y por varias decenas de sus compañeros diputados, pero sin la presencia de Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política y entrañable amigo, con casi una hora de retraso se inició formalmente la ceremonia de toma de protesta del CEN de la CATEM para el período 2024-2230.
Como lo adelantó a El Sol de México, dijo a toda la concurrencia que es su último período al frente del organismo gremial. “Me iré contento en el 2030. No pretendo estar postrado en la silla hasta que Dios quiera”, dijo entre aplausos de sus agremiados.
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Reconoció en la persona de Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a todos los representantes de los organismos empresariales y a todos los empresarios mexicanos.
Sin su compromiso no podríamos haber tenido los aumentos históricos a los salarios mínimos de 117 por ciento de incremento en términos reales, que benefician a millones de familias y a la economía de ese país.Pedro Haces.
Se jactó en el curso de su mensaje: “Hemos mandado muy lejos las viejas prácticas corporativas y antidemocráticas del charrismo sindical”.
Quizás por eso, al acceder al Teatro Metropolitan al preguntarle: ¿Estamos ante el surgimiento de una nueva CTM?, Haces Barba, quien llevaba a su esposa del brazo, así contestó de su “alma mater” sindical: ¡Ni Dios lo quiera!
Se remontó a la historia del sindicalismo mexicano “que este año cumplen 442 años, desde 1582, con el primer paro laboral de quienes construían la Catedral Metropolitana".
Y luego pasó a la primera huelga formal en América, que fue en las minas de Real del Monte, en el estado de Hidalgo, en 1766. Habló de las huelgas de Cananea y Río Blanco en 1907.
Hasta llegar al momento actual. “al momento de mirar hacia el futuro. México puede tener un crecimiento muy superior a lo que hemos visto en los últimos 100 años; pero para lograrlo nuestro país nos necesita a todos y cada uno de nosotros”, dijo entre aplausos.
“Nos necesita a sus trabajadores que son el motor de la nación. Y se necesita también un sindicalismo moderno, que cuide las inversiones para tener una mayor productividad, porque si les va bien a las empresas le va a ir bien a todos los trabajadores”.
También resalto que “CATEM está lista para los desafíos del futuro, para la capacitación y reinvención de los trabajadores; la adopción de nuevas carreras y profesiones; la digitalización, automatización y la Inteligencia Artificial”.
Dejó en claro que “no mas mano de obra barata mexicana. Tenemos que abandonar esa vieja idea y pasar a la mano de obra calificada, certificada y bien remunerada”, que regocijo a secretarios generales y delegados catemistas.
Para concluir, asumió Pedro Haces Barba que “somos la Central obrera del origen de la 4T. Lo demostramos con hechos y realidades, no como otras que dan vergüenza”. Insistió en que “hay que dejar al sindicalismo del pasado, en el pasado”.
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Porque el presente ya cuenta con un sindicalismo que va al ritmo de los tiempos que marca la modernidad de México “y se llama CATEM”, enfatizó.
