El uso del cubrebocas ha tomado mucha relevancia, pues es quizá la herramienta más eficaz para combatir al Covid-19. Es por ello que empresas y universidades se han dedicado a mejorar los diseños de los mismos e incluso hacerlos inteligentes.
Ejemplo de lo anterior es Cliu, una mascarilla que integra un sistema de desinfección automática y autónoma, así como uno capaz de detectar un posible foco de contagio de Covid-19.
Este tapabocas fue desarrollado por un equipo multidisciplinario de jóvenes que viven en Italia, quienes pensaron en un diseño transparente para permitir a personas con dificultades auditivas comunicarse al ver los movimientos de su interlocutor; por lo que también integra un sistema que evita que se empañe.
Los desarrolladores aseguran que la mascarilla es amigable con el medio ambiente, pues se puede usar en numerosas ocasiones, estiman que hasta cinco años; además, posee filtros antimicrobianos y bioactivos que no dañan el entorno. Estos pueden cambiarse y se sabe cuando es necesario gracias a su conexión con una app.
Los creadores consideran que este invento contribuirá a evitar que hasta 20 toneladas de desechos plásticos al año terminen en los océanos, ya que los cubrebocas están generando un grave problema ambiental.
Los modelos de este cubrebocas inteligentes tienen dos precios uno de 90 euros, es decir, alrededor de 2 mil 400 pesos mexicanos y 250 euros, o sea, 6 mil 400 pesos y estarán disponibles en negro, verde, rojo y azul el próximo mes para todo el mundo.