Desde hace tiempo nos han hecho saber que acceder a la webcam o al micrófono de nuestros dispositivos móviles era bastante fácil. Quienes se especializan en este tipo de propósitos, son conocidos como creepware, y su popularidad incrementa cada vez más, por lo que hay un método sencillo con el que se pueden evitar esta clase de problemas: tapar la webcam de nuestros equipos.
Chema Alonso, experto en seguridad, reitera este mensaje, aunque parece que entre la comunidad de seguridad informática esta práctica no está tan extendida como puede parecer. Un estudio reveló que una tercera parte de esos expertos no cubren su cámara, y existen varias razones por las que no lo hacen.
Con una pegatina es suficiente
SecurityByDefault revela que los datos analizados de la encuesta aplicada a expertos y aficionados del campo de seguridad informática, solo 67 de los 100 encuestados afirmaron seguir este consejo, pero es sorprendente que el 33 % no lo hacían.
Argumentos exponen que el micrófono es una cuestión mucho más importante que la cámara, que no es una amenaza seria o una razón singular: taparla impediría identificar al ladrón. Esta circunstancia podría ser una desventaja, debido a que si nos roban el dispositivo va a ser difícil sacar una foto de la persona con las herramientas utilizadas en estos casos.
Esa protección de nuestros dispositivos es aún más escasa en dispositivos móviles: un 91 % de los encuestados no protegía sus móviles tapando las cámaras (la frontal) en dicha encuesta. En estos casos es cierto que la mayoría de las veces el móvil está en el bolsillo o el campo de visión no parece demasiado útil, pero aun así los expertos siguen advirtiendo del peligro que estos accesos remotos pueden tener.
Existen varios mecanismos para tapar las cámaras de nuestros dispositivos móviles: una pegatina podría resolver el problema de la webcam, pero hay accesorios que han ido resurgiendo.
Otra cuestión sería desconectar webcams USB en unidades de escritorio, deshabilitarlas de la BIOS o en el sistema operativo (en el caso de Windows, a través del administrador de dispositivos). Estos procedimientos también pueden ser útiles para desactivar el funcionamiento del micrófono en PCs de sobremesa y portátiles, aunque las cosas son más complicadas en el terreno de la telefonía móvil, donde el acceso "fino" a estos componentes no está tan al alcance de los internautas.
Mark Zuckerberg tapa la webcam de su portátil
En junio de 2016 Mark Zuckerberg festejó los 500 millones de usuarios mensuales de Instagram junto a una foto que se viralizó, debido a que tenía a un lado una MacBook cuya cámara web estaba tapada.
Esta forma de proteger nuestra privacidad también se extiende a quienes han estado a cargo de agencias de inteligencia. James Comey, que fue director del FBI estadounidense, también recomendaba tapar la webcam del móvil o del portátil para evitar problemas: "hay algunas cosas sensibles que deberías hacer [para protegerte], y esa es una de ellas", afirmaba.
Tapar tu cámara web no es suficiente para muchos: como se mencionó anteriormente, el micrófono también se puede convertir en un espía involuntario de todos nuestros movimientos. Aplicaciones como Shazam registraban precisamente el sonido a nuestro alrededor, incluso tras haber terminado de utilizar la herramienta, y eso hace que algunos usuarios desactiven el micrófono de sus móviles o bien vía software o bien físicamente si uno es mañoso.