Nailea salió de su hogar desde los 18 años y decidió enfrentar la vida sola y salir adelante; cuando se independizó de sus padres se fue a vivir a una cuarto de una vecindad en el Centro de Torreón, tuvo que trabajar y solventar sola todos los gastos que esto implica, además de continuar con sus estudios.
“Yo me fui de mi casa primero sola y empecé a rentar, luego ya poco a poco completé mi casa y la saqué, me fui ahí a vivir sola. Fue muy complicado, no es lo que te imaginas cuando estás con tus papás que fácilmente pides dinero y ahí tienes todo”.
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Sólo era un cuarto con baño, tenía una parrilla eléctrica y muy pocas cosas, lo básico para poder permanecer ahí, dormir, comer y asearse. Aun así, la renta era de 2 mil pesos, hace alrededor de 13 años.
Actualmente tiene pareja y ya dos hijos, pero asegura que todo es más complicado y que incluso contando con dos sueldos en el hogar, no es suficiente. “Si es algo complicado, pero aportamos los dos y más porque tenemos más gastos con los hijos, pero también es porque ya todo es más caro”.
Dijo que las viviendas ya son muy pequeñas y costosas, la comida también ha aumentado mucho y ni se diga los servicios como la luz, el agua, gas y más aún si se cuenta con otros como el internet.
“Ya ahorita estamos un poco mejor después de unos años, pero si al principio fue también complicado aun siendo en pareja y que los dos aportamos; independizarse si es muy difícil al principio y es todo un reto, ya sea solo o con pareja”.
¿Son caras las viviendas en La Laguna?
Independizarse del hogar y de los padres cada vez es más difícil para los jóvenes; consideran que los costos de todo, desde renta o venta de casas, servicios básicos y los alimentos, ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Los jóvenes suelen buscar más las casas en circuitos privados, tanto para rentar como para comprar, ya sea solos o en pareja o familia. Los costos de renta pueden ir de los 6 mil 500 a 10 mil pesos en este tipo de lugares.
En cuanto a la venta es igual, en la actualidad ya prefieren los circuitos y entre las de mayor demanda de este sector de la población podemos encontrar casas de los 900 mil a 1 millón 400 mil pesos.
“Los jóvenes buscan comodidad y seguridad principalmente y se pueden encontrar algunos espacios de renta más económicos, pero en realidad es muy complicado y ya son pocos”, comentó Gabriela Alanis, asesora de Bienes Raíces.
Dijo que se puede llegar a encontrar todavía algunos espacios habitacionales hasta en mil 500 pesos, pero son muy escasos, además de pequeños; actualmente se podría considerar que de 3 mil a 3 mil 500 pesos es de los más barato que se puede encontrar y también son pocos, aunque sí los hay y casas baratas hasta en 4 mil 000 pesos.
En venta también hay todavía algunas viviendas más pequeñas y económicas que podrían costar de los 500 a los 800 mil pesos.
Al gasto de rentar o comprar una vivienda, se agregan los gastos por servicios básicos como son la luz, el agua y el gas, principalmente; en la actualidad para muchos contar con servicio de internet ya cuenta como indispensable.
En el caso de la energía eléctrica los recibos pueden ir de los 400 a los mil pesos en una vivienda común y depende del tiempo que se mantengan en casa, cuántas personas habitan en ella, la cantidad y tipo de aparatos que tengan; el agua también puede varias y se podrían recibir cobros de los 150 a los 500 pesos con un consumo normal. El gas depende del tipo, si es LP el precio es de 19.76 el kilo y el natural, 15.51 pesos.
Salir de casa comprometido es doblemente complicado
Cuando independizarse y salir de casa de los padres es obligado, puede ser más complicado para los jóvenes; son principalmente parejas que han tenido o esperan hijos los que se enfrentan a esta situación.
Alberto apenas pasa de los 20 años y ya tiene una hija; vive en casa de los padres de su esposa porque por el momento no tienen la posibilidad de pagar una renta o adquirir una vivienda. Para llegar a pensar en esa posibilidad hay que trabajar más y por más tiempo.
“Si ha sido un poco complicado, más que nada buscar una estabilidad laboral y tratar de ir mejorando poco a poco hasta poder hacer todo por nosotros mismos”, comentó.
Por el momento no se dificulta mucho porque vivir con los suegros disminuye los gastos; ellos únicamente aportan un porcentaje de lo que se paga de servicios, comida y lo que sea necesarios. De luz que llega cada bimestre son de 500 a 600 pesos, el agua es un poco menos con 400 y el cable e internet es lo que sale más caro en este caso, pagan alrededor de 700 pesos.
En la situación en la que se encuentra la joven pareja actualmente, realmente el gasto mayor es el del sostén de su hija; comprar leche, pañales, pediatra y todo lo que necesita es en lo que se están enfocando por el momento y con el apoyo de sus suegros.
“En diciembre mi mamá se irá a vivir a Acuña con su esposo y dejará la casa y podremos vivir ahí y ahorrarnos lo de la renta, pero como quiera ese dinero de la renta que no pagaríamos, lo ocuparíamos en pagar completos los servicios”.
Compartir gastos entre amigos es una opción
Cuando sales de casa para independizarte sin pareja, una alternativa es conseguir un compañero para vivir y compartir todos los gastos; un amigo, compañero de escuela, de trabajo puede ser un aliado para lograr ese objetivo.
Es el caso de Lucero, quien vive con una de sus amigas y todos los gastos los dividen entre ambas; estudia actualmente la carrera de Derecho y está por terminar, pero además trabaja en una papelería para solventar todos sus gastos.
Tiene un año viviendo sola, dedicándose al estudio y trabajar para poder pagar todo, es cansado y tiene poco tiempo libre, pero se siente satisfecha de lo que ha logrado por sí misma.
“Es lo más pesado por si llego hasta la noche y me canso, pero cubrir los gastos no se me hace tan pesado, porque son compartidos y con lo que gano lo cubro bien y el resto de mis necesidades, lo que necesite para las escuelas y otras cosas”, dijo la joven de 22 años.
Sin embargo, está consciente que en la actualidad todo es más difícil y sobre todo costoso a comparación de otras épocas en que el dinero rendía más. “Ahora que ya estoy comprando yo las cosas y me he dado cuenta de que todo está muy caro, cualquier cosita que compres ya son 500 o 600 pesos”.
Tiene que pagar renta, servicios, comida, productos y artículos para el hogar, materiales para la escuela y su transporte, gastos que no tendría estando aún en casa de sus padres. “No lo recomendaría si alguien muy joven quiere salir pronto de su casa, mejor estar bien con los papás y hacer caso para estar en casa”.
