Camilo mostró porque tantos niños y jóvenes lo quieren, porque dijo “sea cual sea tú identidad no debes de dejar de ser tú”.

El colombiano comenzó a cantar al público lagunero al filo de las 21:17 horas. Le antecedió el regiomontano Caztro. Para luego, dar paso a un recuento musical donde hizo hincapié que él era parte de la “tribu”.

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Ataviado en ropa blanca, descalzo, salió a brincar por todo el escenario, pero a convivir con la gente que se dio cita a este recinto que cada vez muestra que es el mejor centro de espectáculos en La Laguna.

“Buenas noches tribu”, le dijo a la gente de la comarca que gritaba enloquecida con sus ritmos y sus frases muy llegadoras a la mente y al corazón.

Comenzó con rolas como “Kesi”, “Rosa cara”, “Favorito” y “Pesadilla”.

Demostró que la indumentaria no refleja la verdadera esencia de alguien, pues aunque con bigotes estrafalarios, tatuajes y ropa clara, su cercanía con su público demostró la esencia que tiene.

“Gloria a Dios por esta noche parces. Es mi primera noche en Torreón y ojalá sea la primera de muchísimas”.

Compartió la odisea que sufrió para llegar a la tierra de las oportunidades. “Estaba en Miami y me bajaron del avión tres veces. Me preocupaba no estar a tiempo aquí con ustedes. Porque ustedes no vinieron a vernos, nosotros veníamos a verlos a ustedes”, y el público se prendió.

Presentó a cada uno de sus músicos, pues dijo que no venía solo, se dirigió a Franquete , a Óscar Gomez en la percusión; al rompe corazones Dany Uribe en la guitarra y a un joven más en los teclados.

Cantó una canción que ha entonado en otros escenarios con los ‘Dos Carnales’.

“Esta canción nació en territorio mexicano, concretamente en Coahuila, “Tuyo y mío’ “.

Refirió en reiteradas ocasiones que el dolor es temporal y no están solos, “Dios está en control de ese dolor. Que se derramen lágrimas por la canción correcta” y cantó ‘Manos de tijera’.

Luego invitó al escenario al amor de su vida, Eva Luna, con quien cantó dos melodías “Por primera vez” y “Machupichu”. Derrochó todo el amor que le tiene, al abrazarla y besarla de manera envidiable, pues dijo una y otra vez, “ A poco no es la mujer más hermosa del mundo”.

Luego vinieron rolas que pusieron a bailar a todos los presentes, “Millones”, “Tatou”.

Hizo una pausa para dirigirse a los niños, “Hoy quiero compartirles el valor de ser lo que yo soy. Somos aquí y ahora. Yo le debo esto a la tribu que hoy está aquí. Quiero que les quede esto en tu mente, ‘No hay nadie como tú’. Niños tal vez es el primer concierto de su vida y quiero que lo recuerden para que ustedes siempre sean en su esencia y no como lo marqué una etiqueta”.

El concierto seguía con melodías como “Ambulancia”, “Vida de rico”.

Dijo que el amor es lo más grande de todas las revoluciones y cantó algo para recordar a quienes ya no están pero siguen en los recuerdos, “5:24”.

La gente quería más y siguió con “Desconocidos”, “Alaska”, “Pegao”, y no podía faltar “Índigo”, con la rola que se despidieron.