La animación fue una pasión que el mexicano Miguel Ángel Ortiz descubrió desde su infancia. Fue específicamente a raíz de haber visto la película “Enredados”, en 2010, cuando supo que ese era el camino que quería seguir.
“Desde pequeño me encantaron las películas animadas de Hollywood. Siempre tuve curiosidad de cómo se hace eso, quién lo hace, y Disney siempre fue de los principales motivos, desde ahí supe que algún día me gustaría llegar a trabajar en una película con ellos”, explica en entrevista con El Sol de México.
La escena que más lo impactó fue donde los personajes interpretan el tema “Veo en ti la luz”, y aparecen a bordo de una balsa rodeados de globos de cantoya. “Me llamó mucho la atención, y fue una de las varias promesas que le he hecho a mi madre, que un día iba a trabajar en Disney”.
Su camino comenzó hace 12 años cuando se mudó a Canadá, y ahí tuvo su primer acercamiento con el estudio después de la apertura de sus oficinas en Vancouver.
Relata que lo invitaron junto con otros artistas para hablar sobre las posibilidades laborales que tenían, y meses más tarde se unió a sus filas.
Al ver que cumplió su promesa, y el sueño de su vida, su mamá fue la más entusiasmada con la noticia, y hasta la fecha es su principal apoyo. “No encuentro las palabras para describirlo, pero ella estaba demasiado emocionada”.
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Su historia laboral no sólo está ligada a Disney, también ha participado en proyectos de otros estudios como “Deadpool 2”, “Megalodón”, “Spiderman: Sin camino a casa” y “Avatar: El camino del agua”.
Su más reciente película es “Moana 2”, la cual se estrena este 28 de noviembre en cines, y fue para él una manera de honrar una tradición familiar.
“A una parte de mi familia le encanta la película, porque ellos practican danza polinesia, y el compartirles que trabajé en este gran proyecto, fue un momento de mucha emoción para ellos”, comentó.
El trabajo de los animadores es tan detallado, que el mexicano en esta segunda parte de Moana se dedicó a perfeccionar los efectos del agua.
El proceso de realización les tomó alrededor de dos años, y “es bastante complejo, sobre todo hacer que el agua genere sentimientos, y en este caso también poder manipular el agua para que genere un personaje, que es “Kai”, y tener toda la tecnología y apoyo en el estudio para generar herramientas”, comentó.
La historia de Moana 2”; se desarrolla tres años después de los sucesos de su predecesora, siguiendo a la protagonista en una nueva aventura para salvar a los habitantes de su isla.
La animación facilita el contar historias
Miguel Ángel Ortiz ve con buenos ojos que el público reciba con los brazos abiertos las películas animadas, pues en años recientes se ha erradicado la idea que es un género exclusivo para niños.
“Afortunadamente ahora se están tomando temas de carácter más para adultos, muchas de estas películas, sobre todo las de Disney, son para todo tipo de público”, opinó al respecto.
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El mexicano asegura que las historias animadas permiten a los contadores de historias ir a lugares más allá de la imaginación.
“La ventaja es explorar cualquier tema, y sobre todo mostrarlo con visuales de cualquier forma, ya sea que estén apegados a la realidad o que sean demasiado fantásticos, es la gran ventaja de la animación”, finalizó.
Tras haber colaborado en “Moana 2” Ortiz tiene planes de seguir trabajando en Disney, para no sólo seguir forjando su propio camino, sino inspirar a otros latinos a cumplir sus sueños.
