A través de su trabajo, Sara Maldonado busca evidenciar problemáticas sociales, sin embargo hay casos en los que, su pasión por erradicar los conflictos es mayor y toma acciones para contribuir a un cambio.
Ejemplo de ello fue su participación en Mujeres asesinas. En el último capítulo titulado La condena, ya disponible en ViX+, da vida a Alejandra, una mujer que sufre de violencia intrafamiliar y de género.
Mientras investigaba para formar la personalidad de Ale, con ayuda de una psicóloga, la actriz descubrió que ella también ha sido víctima de violencia; eso la motivó ahora a abrir un espacio de diálogo para invitar a diferentes mujeres a reconocer el problema, alzar la voz y denunciar, siempre respaldadas por un especialista.
“Me interesa abrir plataformas donde las personas puedan sentirse identificadas, que me escriban y logre ser un vínculo entre los especialistas, que las apoyen o redireccionen a centros o refugios en donde los profesionales los puedan apoyar.
“Me gustaría darle continuidad a esto, abriendo esos foros para cualquier persona que tenga cualquier tipo de duda, como amiga, como alguien que las pueda escuchar”, afirmó Maldonado en entrevista.
La actriz y su amiga psicóloga Estrella Agami, quien da terapia a mujeres que se encuentran privadas de su libertad por homicidios en defensa propia, unieron sus cuentas de Instagram para interactuar juntas con sus seguidores.
“Pasando las vacaciones igual y abro un correo electrónico para quienes quieran mandar preguntas o dar sus testimonios, escoger las preguntas más trascendentales y grabar un programa con ella (la psicóloga) donde se pueda poner en alguna red social como fijo y de ahí saber si es algo que les está funcionando a las personas, para seguir dándole continuidad”, expresó.
La actriz espera que con este capítulo se pueda generar conciencia sobre lo que una mujer sufre en su día a día, evidenciar la incomodidad que sienten cuando reciben miradas lascivas o incluso piropos.
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“A mí me costaba mucho trabajo entender por qué una mujer no escapa, o no llega a las consecuencias de lo que pasa con Alejandra y la psicóloga me hizo sensibilizar por medio de preguntas, me fue guiando, sentí una tristeza profunda y ahí descubrí que no es sólo entenderlo sino ser empáticas y sentir ese dolor.
“Fue un trabajo como actriz para mí muy bonito, pero como mujer y como ser humano muy triste la profundidad que vi para lograr este personaje, de darme cuenta de las estadísticas, detrás de cada una de ellas hay una persona, una historia real. Hay miles de marchas donde las mujeres están gritando que por favor no las maten”, sostuvo.