Cuarenta minutos después de lo pactado, Yuridia salió a deleitar a los laguneros que se dieron cita al Coliseo Centenario para cantarle al amor y al desamor en su tour “Pa’ Luego es tarde”.
Abrió con la canción “Como yo nadie te ha amado”, tema que corearon al unísono las mujeres e integrantes de la comunidad gay que se dieron cita al recinto que lució totalmente lleno.
Ataviada en un pata balón y blusa negra de piel, encima un vestido sobre puesto, acompañada de siete músicos y cuatro bailarines siguió con “Señora”, “Desesperada”, “Él lo tiene todo” y sin faltar “Ángel”, aquella canción que se quedó en la memoria de la cuarta generación de La Academia.
El escenario lució esplendoroso, luces, sonido que alcanzó todos los rincones del Coliseo Centenario. Se ausentó para portar el segundo vestuario de la noche. Lució un vestido negro con destellos plateados, medias y sacó largo.
Siguió con el repertorio, del repertorio que están en el gusto de los hombres y mujeres desilusionados por el desamor. Interpretó, “Perdóname”, “Noche de copas”, “Ya te olvidé”, por mencionar algunas.
Pero la cantante venía con todo para cantar a los corazones rotos. Hubo un tercer vestuario. Salió y regresó con una blusa de piel y pantalón negro y falda, encima falda rosa para seguir con las canciones que reviven las heridas de un corazón herido, “Se va a terminar”, “No la beses”, “Si quieres verme llorar”, “¿Qué nos pasó?”.
En el último cuarto de la noche. Yuridia fue a ponerse el último vestuario de la noche; regresó acompañada de integrantes de una banda, pero numeroso el grupo de mariachi, para interpretar, “¿Y qué tal si funciona?”, “Enamorada y herida”. Portaba lentes, con
Vestuario animal print gris con negro y un top negro. Estaba en la recta final del concierto. De hecho, noventa minutos cumplidos se despidió y dio las gracias.
Pero su público exigió más y regreso no con una, Interpretó las clásicas de ella, “Te equivocaste”, “Como yo te amo”, “Maldita primavera” y cerró con broche de oro, “Amigos no por favor”.