Lerdo, Dgo. - El representante en la Comarca Lagunera del FrenteNacional de Productores y Consumidores de Leche, Conrado AntúnezPonce, afirmó que 150 mil pequeños productores de leche de veinteestados de la República están condenados a desaparecer, de seguiruna política equivocada en cuanto a planeación productiva, deindustrialización y comercialización por la Secretaría deEconomía y Liconsa.
Por tal motivo, el dirigente de los lecheros hizo un llamado alnuevo gobierno y en particular al presidente electo Andrés ManuelLópez Obrador para revisar de manera exhaustiva los rubros que sonparte muy importante de la lechería nacional, como es lainfraestructura, la sanidad, calidad y precios de los medianos ypequeños productores.
De igual forma, dijo Conrado Antúnez, “es necesario que severifiquen las importaciones de leche, ya que en realidad contieneuna buena parte de suero deshidratado, de tal forma que no seconviertan en una competencia desventajosa para los productoresnacionales”.
En este proceso, añadió, “hay que erradicar el concepto deque, si en el mercado internacional un producto, en este caso laleche, se comercializa a bajo precio, hay que importarlo. Esto,dijo, “es una equivocación, porque no se considera que optar porlas compras en el exterior afecta al empleo y al ingreso nacionalde los más pobres”.
En otro orden, siguió diciendo Antúnez Ponce, han transcurridomás de 24 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio deAmérica del Norte, donde somos los “grandes perdedores”, yactualmente las autoridades, están en proceso de renegociación deuna nueva relación comercial con Estados Unidos y Canadá, “sinque en ningún momento se hable del trato que tendremos losproductores de leche y, sobre todo que no se nos ha consultado paranada al respecto”.
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“En el país somos 150 mil pequeños y medianos productores,no socios de ninguna empresa, pedimos también al nuevo gobiernoque excluya a la leche de los acuerdos comerciales negociados, loscuales se han firmado sin consultar a los más interesados, quesomos los productores nacionales”.
“Nada menos el último de esos acuerdos de libre comercio, elde Cooperación Asia Pacifico, que abre las puertas de México paraAustralia y Nueva Zelanda, que lo primero que nos ofrecen es lecheen polvo, los negociadores mexicanos lo firmaron ‘en looscurito’, es decir, a espaldas de los productores lecherosmexicanos”.
Derivado de lo anterior, expresó, “debemos ir juntos yrevertir el daño de las importaciones de leche en polvo; ser másexigentes en cuanto a calidad y sanidad tal y como lo hace EstadosUnidos de Norteamérica. Éstos son otros rubros en los que laSecretaria de Salud, a través de Cofepris, y de Economía, porconducto de Profeco se hicieron de la vista gorda y dejaron entrary comercializar productos alimenticios sin normas de calidad y aprecios similares a los de la auténtica leche, lo que equivale aun fraude a los consumidores”.
A esta fecha, apuntó, “hemos resentido la pérdida de más de50 mil empleos directos y 100 mil indirectos, por efecto de lasimportaciones que en 2017, superaron los 6,300 millones de litrosde leche, con un valor superior a los 2 mil millones dedólares.
Otro de los derivados lácteos de gran importancia económica ycomercial, es la grasa de la leche o crema. En este aspecto, laempresa Liconsa debe ser sujeta a una investigación minuciosa porlas compras al exterior, “no nos cabe en la mente”, dijoConrado Antúnez, y calificó a esta empresa del gobierno como“muy mala para vender y peor para comprar”.
Apoyó su decir con cifras…“En 2017 la grasa de leche portonelada en el mercado internacional, se cotizó en 120 mil pesos,mientras que Liconsa la vendió a un precio de 60 mil pesos,habiendo colocado en ese mercado 31,833 toneladas; así dejaron deingresar más de 1,900 millones de pesos”.