Francisco I. Madero, Coahuila.- Más de 300 familias del ejido Salvador y comunidades aledañas se benefician con agua para satisfacer sus necesidades básicas, que obtienen de la noria que fue rehabilitada en ese poblado y que tiene dos meses funcionando, luego de 40 años de haber estado inactiva.
La comisariada ejidal de Salvador, Griselda Márquez Medina, explicó que gracias a esta obra no solamente se benefician los habitantes de esa comunidad, sino que también van por agua habitantes de los ejidos Covadonga y San Isidro, que se encuentran relativamente cerca de ese poblado.
“Gracias a la buena voluntad del senador Armando Guadiana Tijerina y del alcalde Jonathan Ávalos Rodríguez fue que se logró la mezcla de recursos para la reparación de la noria: sustituir la columna de extracción dentro del ademe, colocar el tazón y la instalación eléctrica a partir de paneles solares”, explicó.
El pozo tiene un tanque de 10 mil litros, el cual siempre está lleno, por lo que quien necesita agua puede acudir por ella a cualquier hora del día o de la noche para lavar su ropa, aseo domiciliario y personal. Únicamente no puede usarse en el consumo humano.
“Esta obra marca la diferencia en la vida de las familias de la comunidad, porque anteriormente sufríamos para recibir una gota de agua. Ahora tenemos permanentemente de esta noria que duró 4 décadas en el abandono”, destacó.
Dicha noria se inauguró en 1964 y estuvo trabajando alrededor de 15 años, hasta que dejaron de usarla porque les dijeron que el agua estaba contaminada con arsénico y no era apta para el consumo humano. Con el paso del tiempo las piezas de la noria se pegan y, para que vuelva a funcionar, tienen que ser repuestas.
Otras 4 norias de igual número de comunidades rurales serán rehabilitadas en este programa.