En cada una de las preciosas piezas que Alicia trajo a la Comarca Lagunera se sostiene la costumbre de la tradición artesanal de Oaxaca, todas tienen una cualidad mágica que deslumbra, su amor está puesto en los trazos, hilos y una por una de las incisiones que hace, sus manos heredaron la técnica de su pueblo para la creación de las artesanías que serán eternamente valiosas.
Fue hace cuatro días que Alicia Macrina Cortés Torres, originaria de Huajuapan de León, llegó a la ciudad de Gómez Palacio para dejar un pedacito de su corazón en las personas que compren sus artesanías.
Alicia contó que desde los ocho años aprendió a crear las artesanías que representan a su pueblo, desde niños van aprendiendo, viendo a sus papás es como aprenden, en Oaxaca el estudio no es fácil, la mayoría solo termina la primaria, como su caso, pero expresó que sus manos tienen el poder de luchar y no darse por vencido en la vida.
Es la primera vez que Alicia salió de la región mixteca oaxaqueña, una de las civilizaciones más brillantes de Mesoamérica, con su propia familia, su esposo Sergio y sus dos pequeños hijos, Jesús de siete años y Dulce Belem de cuatro años.
La vida ha sido muy difícil desde hace un año y medio que inició el reguardo domiciliario obligatorio por la pandemia de Covid-19, expresó Cortés Torres, por lo que invitó a los laguneros para que abrieran su corazón y conocieran las artesanías que traen, desde las 12 pm los pueden encontrar en el estacionamiento de Sams Club en Lerdo, Durango.
Hacer un vestido bordado a mano le lleva una semana completa sin parar, es el trabajo que más tiempo se tarda en estar listo y el más complicado, pero es su amor por las artesanías lo que les impulsa a hacerlo con sus propias manos, donde dejan un cachito de su corazón.
Todo es trabajo hecho a mano y es gracias a sus ventas que logran vivir, tienen sombrero pintado o liso, bolsas de yute, tejido de palma o plástico, monederos, carteras, zapatos, huaraches, pulseras y muchas artesanías más.
La joven de 24 años se siente muy orgullosa de sus orígenes, sobre todo de lo valiosas que son sus manos para poder seguir con la costumbre de su pueblo, misma que les inculca a sus hijos, el pequeño Jesús ya sabe hacer canastos, además todos ellos hablan mixteco, una lengua única en México.
Para El Kanti (sol) de La Laguna, dijo Alicia en mixteco, “tacantito naa ñuuu Laguna shiqui ña mani nunto chinchento yee cunanto animanto santi nii 2 de ibali yañaca caai slinto viti ta tioshi tique valoga nunto tisauinto”, que en español es “les pido por favor que abran su corazón, que yo llegué para que vengan a echarme la mano, ya que nosotros vivimos de nuestras artesanías y ahora los necesitamos más que nunca, habrá un Dios que se los multiplicará y los bendecirá a cada uno en La Laguna”.
Dato extra:
- 450 pesos cuestan los vestidos
- 220 pesos cuestan los sombreros