Saltillo, Coahuila.-Los amarres, el siete machos, ven a mí y el “rompe colchón” son solo algunos de los productos que se pueden encontrar en las tiendas esotéricas, no solo en vísperas del 14 de febrero, sino todo el año, pero, ¿Qué tan efectivos son estos productos? Una investigadora química y un esotérico hablan al respecto.
Los olores a incensó, veladoras y hierbas medicinales se mezclan en la tienda de productor alternativos de Don José, localizada en la calle de Pérez Treviño, en la Zona Centro de la Cuidad, desde hace más de 30 años.
Ahí se encuentran productos para la buena fortuna, remedios para prevenir enfermedades, incluso tés que, según la creencia de la gente, ayudan a la prevención de Covid-19 y pociones mágicas de amor, para atraer al ser amado.
Presuntamente estas pócimas, entre las que se encuentra el famoso toloache, están hechas de una mezcla de productos naturales, contienen feromonas y ayudan a que la pareja, el ser querido o aquella persona a quien queremos a nuestros pies, y se el rango de precios oscila entre los 20 y los 100 pesos.
Al respecto la Doctora en Ciencias Químicas, Mónica Lizet Chaves Gonzales, Profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la UA de C dio a conocer que las feromonas son sustancias naturales que segregan diferentes seres vivos, cuando se pretende el cortejo de apareamiento. En el caso del ser humano continuamente se expiden feromonas que, presuntamente, ayudan en el proceso del cortejo.
Sin embargo, detallo que en el caso de los seres vivos hay una controversia bastante amplia respecto a este tema. Algunos estudios confirman que hay varias sustancias, además de las feromonas, que expiden hombres y mujeres para atraer a personas del sexo opuesto. Pero también hay diferentes estudios que revocan estas teorías. Provocando un debate que, científicamente hablando, no cuenta con tanto tiempo de estudio, alrededor de 100 años.
Pero pese a la popularidad que tuvieron este tipo de productos “mágicos” para atraer el amor no hay un estudio que sustente su funcionamiento, sin embargo, la especialista recalcó que la ingesta de este tipo de productos puede conllevar a riesgos en el organismo, como la intoxicación.
Esto en parte es por el poco conocimiento que se tiene respecto a las feromonas en los humanos, ya que su estudio se remota a poco menos de 30 años, lo que impide determinar si son viables o no su uso y método de empleo.
Así que antes de consumir este tipo de sustancias, o brebajes, recomendó visitar a un especialista y para constar que es lo que se está consumiendo y no correr ningún riesgo, además recomendó que en temas del amor es mejor ver si hay buena relación entre ambas personas y conocerse, para ver si se puede llegar a algo más.
Por otro lado, Don Mario, espiritista desde hace más 35 años asegura que estas pócimas y “trabajos” de amor funcionan, pero, para ello, se tienen que hacer con algo imprescindible, algo que no venden ni en tiendas esotéricas ni en las farmacias, fe.
Dice que la situación es difícil para todos, por lo que cuando alguien llega a pedirle un amarre o un remedio para el mal de amores, antes de eso manda a las personas a agradecer que tienen salud, que es lo primordial, no solo en tiempos de pandemia, sino siempre.
Además de hacer amarres, para mantener cerca a la pareja, hace retiros, para alejarla, pero los trabajos que prefiere hacer son velaciones, para dar a las personas y que salgan de la oscuridad en donde caen o en donde los tienen.
Asegura que “el don” lo tiene desde niño, ahora tiene más de 70 años y dice que ha realizado trabajos en personas que aún están juntos, pero que se tiene que poner esmero en la otra persona para que siga funcionando, no dejarle todo a él, que solo es un intermediario con el mundo espiritual.
Cualquiera que sea la creencia de las personas, tanto la investigadora química como el espiritista coincidieron en un punto: lo que se tiene que hacer, al menos en cuestión de amores, es procurar por la persona interesada y ver si hay buena relación para algo más, porque las cosas, aunque se hagan con mucha fe, si son forzadas no pueden funcionar.