Si bien reconoció que luego de concluir su actual gestión pública no ha considerado la posibilidad de dedicarse a otra cosa que no sea la política, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís sostuvo que el hecho de estar actualmente bien posicionado en los resultados de distintas encuestas como uno de los mandatarios estatales mejor evaluados, no lo impulsarán a cometer locuras en relación con alguna aspiración, ya que ante todo tiene los pies bien puestos en la tierra.
“Voy terminando mi administración, y lo hago como desde el primer día en que tome protesta, con los pies en la tierra, y ninguna encuesta ni calificación me va a empujar a una ambición política, ni tampoco a hacer locuras ni tonterías”, dijo puntualmente al ser cuestionado al respecto.
- Te puede interesar: Entrega Miguel Riquelme becas universitarias "Juventud es Coahuila"
“No digo tampoco que me voy a dedicar a vender semitas, o que no voy a estar en otro aspecto que no sea el político, pero sé medir los tiempos y circunstancias, y sobre todo respetar al nuevo gobierno”, agregó.
Sobre los indicadores que lo colocan incluso como el gobernador mejor calificado del país, Riquelme Solís planteó que eso es algo que agradece porque eso de alguna manera implica que ha creído en las decisiones que hemos tomado al frente del gobierno estatal, por considerar que en su momento fueron las correctas o las adecuadas.
Respecto a su futuro político, el Gobernador prefirió no anticipar comentarios al insistir en que su prioridad ahora es trabajar para cerrar bien en todos sentidos la actual administración estatal, en el entendido de que cualquier definición habrá de tomarla después de que el 30 de noviembre del presente año concluya su gestión, ya que por ahora su prioridad es otra.
“Yo a lo que aspiro es a cerrar bien y a dejar las bases sentadas para que Coahuila siga por el camino de la seguridad, el desarrollo económico y el empleo”, concluyó sobre el tema.
Por otra parte, aseguró que durante lo que queda de la actual administración municipal se vaya a recurrir al arranque de proyectos de obra de infraestructura bajo la figura de Asociación Público-Privada (APP) porque, si bien ya eso es legalmente posible, ya no le alcanzará el tiempo para ello.
No obstante, consideró que se trata de una figura que le tocó promover y que finalmente queda como una herramienta que ya le corresponderá aprovechar a las próximas autoridades estatales si así lo consideran pertinente y necesario, así como a los gobiernos municipales.