Al ser muy pocas las lluvias que se han presentado en la cuenca alta del Nazas, que solo han permitido que las dos presas en esa zona solo hayan incrementado sus niveles de un 22 a alrededor del 30 % y que solo tengan casi 800 millones de metros cúbicos de agua, se mantiene el riesgo de que no haya en la Laguna de Coahuila un ciclo agrícola primara verano 2025 normal.
Lo anterior lo detalló el diputado Raúl Onofre Contreras al precisar que el agua que les ha caído a estos embalses no es suficiente, porque para el riego de las miles de hectáreas que se tienen en la Laguna de Coahuila se demandan cuando menos 900 millones de metros cúbicos de agua.
Por lo anterior, externó si no llueve en esta zona del Nazas, solo se podría realizar en esta región del estado un mini ciclo agrícola restringido con áreas compactas, pero que esta decisión aun no se toma y no se ha definido nada al respecto.
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Lo anterior lo detalló momentos antes de presentar en el Congreso del Estado un punto de acuerdo donde se exhorta a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a que considere una asignación razonable de recursos para el ramo de la agricultura y el desarrollo rural, para el ejercicio fiscal 2025.
Comentó que lo anterior se hace con el objetivo de que se tenga una mayor inversión, que en años anteriores, en rubros dirigidos al fomento a la producción y se pueda contar con crecimiento económico y progreso en las comunidades de productores.
“Asignar mayor presupuesto a este rubro de la ganadería y la agricultura en el campo, trae beneficios para todos. Según datos de medición de pobreza efectuados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en el año 2022”, abundó.
Destacó que en ese año el CONEVAL dio a conocer que el 48.8% de la población en situación de pobreza vive en las zonas rurales, haciendo evidente que los esfuerzos realizados siguen siendo insuficientes y que aún hay mucho por hacer.
Además, indicó que son múltiples los factores como el crecimiento demográfico, el cambio climático, la inflación y la inseguridad que también afectan directa e indirectamente a las cadenas productivas del campo, encareciendo en gran medida los costos de producción.
“Por eso el incrementar el presupuesto de los ramos involucrados con estas actividades permitirá a muchos productores mejorar las oportunidades de acceso a programas y apoyos para fortalecer su infraestructura, adoptar nuevas tecnologías que faciliten o aumenten su producción, generar empleos, conservar los recursos naturales en busca de sostenibilidad y favorecer el crecimiento económico local, entre muchos otros beneficios”, precisó.
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