Sabinas, Coahuila.- No están dados de alta en una nómina, no tienen seguro social ni acceso a vivienda y lo único que reciben cada sábado es un sobre con el dinero que lograron durante una semana de trabajo, dicen familiares de los mineros atrapados en el pozo de carbón La Conchita, que se inundó el miércoles pasado.
“Todo lo van apuntando en una libretita, como en el siglo pasado, como cuando había rayas, así es como trabajan nuestros carboneros”, agregó uno de los familiares que espera noticias del rescate que al cierre de la edición sumaba más de 50 horas.
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Carolina Guadalupe Álvarez Oviedo es la esposa de Jorge Luis Martínez Valdés, uno de los diez trabajadores del carbón que siguen atrapados; ella señala que a su marido no le daban servicio médico, ni recibos de nómina que avalen que era trabajador del pozo de carbón y por consecuencia no tenía derechos ni prestaciones laborales.
“Siempre fue (el pago) en sobre. Ellos (los carboneros) nunca han recibido una tarjeta, una nómina, nunca. Siempre ha sido en sobre, todo en sobre. Igual es, tonelada que eches, tonelada que te van a pagar”, detalló.
A decir de algunos de otros familiares que también esperan ansiosos algunas noticias sobre sus carboneros atrapados en la mina, el sueldo que llegaban a percibir a la semana era de dos mil hasta cinco mil pesos, de acuerdo con la producción de carbón que se lograba durante las extenuantes jornadas debajo de la tierra.
Sergio, hermano de Jorge Luis Martínez Valdés, señaló que como no hay opciones laborales en las que paguen bien, los cerca de dos mil jóvenes hombres de Sabinas y sus comunidades se dedican a la extracción de carbón y le trabajan a quienes les ofrecen mejor sueldo, ya sean 100, 200 o 300 pesos más.
“Aquí son diferentes dueños, diferentes patrones, pero como están todos comunicados, y como le ofrecieron un bono (a Jorge Luis) se acababa de cambiar, yo me imagino que mi hermano lo hizo a pesar de ver las condiciones del pozo que estaban más desgastado, más suelto, yo creo que lo hizo él para pagar colegiaturas, para pagar la escuela, por querer hacer más ahí están las consecuencias”, recriminó Sergio.
De acuerdo con el presidente y secretario general del Sindicato Nacional Minero, Napoleón Gómez Urrutia, hay alrededor de cinco mil trabajadores mineros en la región carbonífera de Coahuila en minas en condiciones inseguras e “inhumanas”.
El también senador por Morena acusa que cada vez que su central obrera busca sindicalizar a los carboneros, los dueños de inmediato cambian las minas, cierran o despiden a los trabajadores. “Son casi como trabajadores temporales, sobreexplotados, con salarios muy bajos y en condiciones indignas”.
Añadió que estos pozos de carbón ni siquiera se pueden considerar minas propiamente dichas, porque no tienen ninguna condición de seguridad adecuada para proteger la vida de los trabajadores.
“Siempre ha sido mucho riesgo esto, mucho riesgo para enriquecer a otras personas y perder la vida o arriesgar tanto la vida por nada”, reiteró Carolina Álvarez, quien espera noticias del rescate de su esposo.