Entre los destinos que recorrió Rafael Caro Quintero cuando fue uno de los líderes del Cartel de Guadalajara, fue la Comarca Lagunera, tierra fértil donde el conocido como "El narco de narcos" intentó explotar su opulento negocio de plantíos de marihuana, la droga más popular en los años en que su liderato fue indiscutible.
Fuentes allegadas a El Sol de La Laguna compartieron que al inicio de la década de 1980 el capo llegó a La Laguna para explorar sus tierras. Con ese fin, negoció con innumerables propietarios de ranchos, interesado únicamente en rentarles, no así en comprarles.
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Sin embargo, Rafael Caro Quintero nunca consiguió su objetivo. Cada uno de los latifundistas le negó la posibilidad de utilizar sus tierras para plantar marihuana y él tampoco se valió de la intimidación para conseguirlo.
Como resultado, el capo que por 30 años ha sido uno de los narcotraficantes más buscados por la DEA, migró, pero no muy lejos de la Comarca Lagunera, pues solo tuvo que virar al norte y llegar a Allende, Chihuahua, municipio situado entre Jiménez y Parral.
RANCHO EL BÚFALO, EL PLANTÍO DE MARIHUANA MÁS GRANDE DE MÉXICO
El propietario de una tierra en Allende, Chihuahua, tuvo a bien a rentar a Caro Quintero un rancho conocido como “El Búfalo”, donde “El narco de narcos” cultivó, por lo menos, 544 hectáreas de marihuana.
En este famoso rancho se dice que trabajaban día y noche alrededor de 10 mil campesinos contratados por uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, de lo que se tiene conocimiento por la denominada “Operación Búfalo”, ejecutada el 6 de noviembre de 1984 por el Ejército Mexicano y la DEA.
Esos 10 mil campesinos vivían a la redonda de aquella gran tierra de marihuana y todos subsistían por los esfuerzos de un empresario lagunero quien desconocía a quién vendía cientos de kilos o hasta toneladas de huevo y pollo.
Cada tanto, desde la Comarca salían camiones torton hacia “El Búfalo” cargados de los mencionados alimentos, pero también de ropa y cobertores con los cuáles se daban calor cada uno de los obreros.
Por ello, Rafael Caro Quintero tuvo de cerca una experiencia en La Laguna, tierra de donde consiguió materias primas para la creación de uno de sus más grandes plantíos de marihuana en el rancho “El Búfalo”, hoy tierra abandonada.
LA LAGUNA, SITIO DE REUNIÓN CON CAPOS
Uno de los entrevistados dijo a El Sol de La Laguna que Rafael Caro Quintero estuvo varias veces en La Laguna.
Y fue aquí donde coincidió en un par de ocasiones con Jaime Herrera, apodado “El Jaimillo”, quien en los años ochenta fue considerado como el rey de la heroína.
También fue en La Laguna donde se reunió con Juan Nepomuceno Guerra, conocido como “Don Juan” o “El padrino de Matamoros” y quien en esos años contrabandeaba licor hacia Estados Unidos. A Nepomuceno Guerra se le considera como el fundador del cártel del Golfo.