Ante el paro ilegal de labores de algunos trabajadores del departamento de limpieza, el presidente municipal Homero Martínez Cabrera, hizo un llamado a la ciudadanía y encabezó las labores de limpiar la ciudad, participando en el operativo 25 unidades motrices, entre particulares y vehículos, así como empleados de confianza y sindicalizados del Ayuntamiento.

En punto de las 7 de la mañana, alrededor de una veintena de trabajadores municipales bloquearon la avenida Francisco Sarabia entre las calles Hidalgo y Allende, cerrando los accesos al Palacio municipal, para lo cual fueron fueron encabezados por Bruno de La Cruz Hinojosa, secretario general del sindicato 34, que se dice afiliado a la CATEM.

Ahí, los empleados, muchos de ellos que llegaron bajo la promesa de que recibirían insumos de limpieza, se plantaron a "esperar" la llegada del presidente municipal.

Mientras tanto, arribaron al lugar el licenciado Gerardo Lara Pérez, secretario técnico; el José Dimas López Martínez, secretario del Ayuntamiento; José Alonso Villalobos de la Cruz, contralor; el director del departamento jurídico Jesús Ricardo Silva Rojas y el encargado del área laboral, José Antonio Zúñiga Sosa.

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Tras escuchar las demandas del dirigente sindical, basadas principalmente en el reconocimiento y pago de 25 trabajadores denominados "considerados", que en una realidad, es una lista de sindicalizados extemporáneos y jubilados, los representantes del ayuntamiento solicitaron la entrega de las llaves de los camiones recolectores de basura para realizar las labores el resto de empleados de la misma área que si estaban dispuestos a laborar

Ante la negativa, Gerardo Lara Pérez, atendiendo las instrucciones giradas por el presidente municipal llamó a la cordura a los empleados municipales y a sumarse a la recolección de basura conjunta "porque Lerdo debe estar limpio y la ciudadanía no debe pagar las consecuencias del arrebato de un puñado de trabajadores", dijo Lara Pérez.

De inmediato de habilitaron las unidades de otras direcciones así como camionetas particulares que se dieron a la tarea de cubrir principalmente el centro de la ciudad, pues los camiones recolectores de las villas y las comunidades rurales si realizaron sus actividades normales.