Lerdo, Durango.- El Santo Niño del Tongo, ícono de la historia religiosa de Lerdo, tiene su origen en 1840, cuando fue encontrado por la señorita Margarita Rojas, en una apartada choza que habitaba una pareja de ancianos, misma que lo dejó a su cuidado con la promesa de volver en poco tiempo, sin embargo, jamás aparecieron.
La joven contó a sus padres lo sucedido, asegurando que ella y otras amigas lo conocieron como un niño real con vida, sin embargo, horas después estaba inmóvil como una figura de santo, decidiendo Margarita quedarse con él, iniciando entonces una historia de milagros y misterio.
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LA HISTORIA
Para conocer la maravillosa historia del Santo Niño del Tongo, El Sol de La Laguna acudió con José Jesús Vargas Garza, Cronista Municipal de Lerdo:
“Tiene antecedentes desde 1840, en aquel tiempo, había una familia en la cual pertenecía Margarita Rojas, una joven muy simpática, muy guapa e inteligente. Una vez invitó a unas amigas a que fueran a un día de campo, se dice que ahí por Raymundo, se fueron muy temprano a pasearse y ellas pasaron bonito día, pero se les hizo la tarde y dijeron ‘ya vámonos, ya nos divertimos’”.
“Ya se vinieron oscureciendo y de repente vieron una cabaña, en donde había un matrimonio de edad y pasaron a darles las buenas noches, el señor las paró y les dijo ‘vamos a salir de aquí de la cabaña, vamos a hacer un mandado a Lerdo y quiero que por favor me cuiden a un niño que tengo adentro’, las muchachas dijeron ‘sí, nomás no se tarden’ y resulta que ellas estuvieron esperando hasta casi ya 12 de la noche y la pareja de viejitos no volvió”.
Mientras esperaban a la pareja, las jóvenes aseguraron ver al niño en su cuna y darle biberón para que se calmara y dejara de llorar, al pasar las horas y darse cuenta de que la pareja no había regresado, fueron otra vez con el pequeño y cuál fue su sorpresa que se encontraba inmóvil y se había convertido en una especie de figura de Niño Dios.
¿Y de dónde adopta el nombre del Santo Niño del Tongo?
“Acá para Nazas, hay un pueblo que se llama Santo Niño del Tongo y se cree, es otra versión, de que el Santo Niño cuando llegó una avenida de agua a ese ejido o pueblo, lo inundó y el niño se lo había traído el agua, hasta llegar a Raymundo y ahí es cuando se embona esta historia, esta leyenda del Santo Niño del Tongo”.
NIÑO MILAGROSO
La parte del niño milagroso, que era buscado por mucha gente de la región lagunera, la cuenta Margarita Reyes, sobrina de Margarita Rojas, quien heredó al original ‘Santo Niño del Tongo’:
“Mi tía Margarita lo trajo por mucho tiempo en muchas rancherías, en muchas partes y a muchos les hizo milagros, este Niño Dios en las noches se salía y sus piecitos, ustedes lo han de ver, que el niño tiene sus piernitas de un niño de verdad, todo tiene, tiene sus costillitas, entonces, este niño se salía en las noches y en las mañanas amanecía con sus pies llenos de lodo, por qué, porque salía e iba a hacer milagros”.
Después de andar en muchas partes llevando al Santo Niño, su tía Margarita decidió construirle una pequeña capilla en su casa, ubicada en el centro de Lerdo, permitiendo a la gente ir a visitarlo y pedirle algún favor o milagro: “Hizo una capilla muy bonita, entonces, empezó a venir gente con enfermos, cieguitos, con muletas, embarazadas, mucha gente, y mi tía, en aquella parte (señala), tenía camitas y ahí los dejaba quedar para que él les hiciera el milagro y luego ya se iban”.
Hasta el día de hoy, la gente lo sigue buscando para pedir por alguna persona enferma: “Hace poco vino una señora, que su hija estaba embarazada y estaba en riesgo su hijo y vino y pidió por él, después vino a decirme que había salido bien, y así vienen las personas, vino una señora que su hija ya no podía ver y volvió a ver”.
LA RÉPLICA DEL SANTO NIÑO
Cuenta la historia, que Margarita Rojas, en algún momento tuvo temor de que quisieran robarle al ‘Santo Niño del Tongo’, por lo que decidió hacer una réplica y llevarse ésta a las distintas rancherías y en caso de que algo sucediera, mantener ella en resguardo al niño original.
“Al paso del tiempo, de cierta manera, como se presentaba con su peregrino, no nada más gente arriera, sino individuos de mala fe que querían robar y llevarse algunas cosas que tenían los arrieros, entonces, ella tuvo miedo de que esa gente se lo fuera a quebrar o robar y que se lo llevaran, entonces, lo que hizo es que fue y trajo una réplica, no sé si fue a San Juan de los Lagos, allá donde venden esa clase de imágenes y ella ya tenía dos niños, lo que hizo es que el niño original ahí lo dejaba en su capilla, en su casa y el otro es el que sacaba a peregrinar y le pusieron ‘el peregrino’, porque este salía todos los días”, expuso José Jesús Vargas, Cronista Municipal.
Con el paso de los años, la réplica del ‘Santo Niño del Tongo’, que, por cierto, tiene muy poco parecido con el original, se quedó en resguardo en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y es al que la gran mayoría de los fieles conoce, mientras que el original se mantiene con Margarita Reyes, sobrina de Margarita Rojas:
“Me dijo el señor cura, éste tiene (original) que estar en la iglesia y yo le dije que no, esto es de generación en generación, fue primero mi tía Margarita, después mi mamá María Beatriz y luego yo, Margarita, y así, el día que yo me muera se lo va a quedar mi hija, esto es de generación en generación”.