Lerdo, Durango. – Con largas filas sobre la avenida Madero que daba la vuelta por la calle Ocampo hasta llegar a la avenida Matamoros, de ida y vuelta, al exterior de la Unidad de Medicina Familiar número 11 en el centro de Lerdo, Durango, los adultos mayores de 60 años esperaban la aplicación de la segunda dosis de la vacuna anti-Covid-19, algunos tomaron lugar desde un día antes.
“Quisiera que quienes están participando en esto, les preguntaran a las personas si ya desayunaron o si tienen sed, yo ya almorcé, pero hay muchos que no”, expresó la señora Rosa Nélida Flores Negrete haciendo hincapié en que sobran humanos y falta humanidad.
Contó que hay quienes vienen desde lejos para vacunarse, algunos sin desayunar y sin dinero para poder comprarse algo, por lo que pidió a los gobiernos humanidad, afecto, solidaridad y ponerse en los zapatos que en estos momentos los necesitan.
“Es una pandemia”, recalcó Flores Negrete, mientras comentaba que no todos le toman importancia a la situación actual que estamos viviendo, son tiempos donde nos tenemos que ayudar los unos a los otros.
La señora de 65 años de edad fue acompañada por su hija “al principio sentí algo de desconfianza, pero luego no sentí nada”, lo que no me gustó fue que los servidores de la nación necesitaban humanizarse.
Expresó, “los de la tercera edad hemos aportado tantos impuestos en nuestra vida que ni siquiera es una limosnita, es simplemente lo que nos corresponde” con esto hacía un señalamiento para que los gobiernos ahora los apoyaran, sobre todo a los más necesitados.
DATO
Esta etapa de vacunación fue fluyendo con más rapidez