Lerdo, Durango.- Encabezados por los párrocos del Decanato Sagrado Corazón, creyentes católicos marcharon por las principales calles de Lerdo, desde sus iglesias hasta la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Cerrito de la colonia San Isidro, haciendo un llamado a la reconciliación, el amor al prójimo y el regreso al seno familiar, para retomar los valores de respeto a la vida.
Tras la marcha, portando imágenes y mantas pidiendo por la paz, fue celebrada una misa en el atrio parroquial por el Pbro. Luis Martín Lugo Cervantes, hizo un llamado a la oración para que regrese la paz a este país donde la violencia incluye a la grey católica, que ha sufrido la muerte de más de 20 sacerdotes en el territorio nacional a manos de la llamada delincuencia organizada.
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Sin embargo, estimó que la seguridad y la paz no debe únicamente relegarse a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, que evidentemente son los responsables de proteger a los ciudadanos, sino que debe abarcar la sociedad civil en general entre empresarios, estudiantes, padres de familia, jóvenes, pero sobre todo a la familia en su conjunto que en algunos momentos ha extraviado su responsabilidad de guiar a sus integrantes.
En la marcha por la paz en México, celebrada en Lerdo por los fieles de todas las iglesias católicas del municipio, fueron acompañadas por matachines que danzaron en honor de la Virgen y Dios Padre santísimo. Lugo Cervantes agregó que a la vez se aprovechó la oportunidad para que los fieles conocieran los avances de la construcción de la casa hogar sacerdotal.
Posteriormente realizaron una visita a las obras de construcción de la Casa Hogar Sacerdotal, “Monseñor Manuel Mireles Vaquera”, que muestra un avance superior al 80 por ciento y aún necesita de aportaciones para concluirla.
Recordó que monseñor Manuel Mireles Vaquera, en vida expresó su gran deseo de heredar al Clero diocesano de Gómez Palacio un hogar para el ocaso de sus días. “Sabemos que la santísima Virgen María de Guadalupe tiene una predilección por los sacerdotes… Aquí los sacerdotes como peregrinos de la vida encontrarán acogida y gratitud por su vida entregada por los demás”.